Hoy voceros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) confirmaron que Argentina deberá retirar las medidas aduaneras que «obstruyen» el intercambio comercial con otros países tras perder un juicio que le iniciaron  Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.

La Organización Mundial de Comercio había dictaminado el pasado 22 de agosto que las restricciones aduaneras que el Gobierno argentino fue usando en los últimos años para limitar las importaciones son «incompatibles» con la normativa del organismo. El fallo, emitido en primera instancia por el órgano de solución de conflictos de la OMC, fue apelado en septiembre.

Así, el fallo reabrió la posibilidad de que Estados Unidos, la Unión Europea y Japón limiten las importaciones procedentes de la Argentina a modo de represalia si el país no acata la decisión tras perder la disputa.

Los reclamos fueron presentados por la UE, Estados Unidos y Japón en contra de la Argentina entre mayo y agosto de 2012, por lo que ellos consideraban un uso abusivo de las licencias no automáticas para la importación (LNA), que ya le había generado al Gobierno local varios dolores de cabeza con Brasil desde 2008.

Además, otros países, como Australia, Canadá, China, Ecuador, India, Israel, Noruega y Suiza se habían sumado a la serie de reclamos en condición de «terceros afectados» por las barreras aduaneras de la Argentina.

El fallo de primera instancia también establecía que las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación constituyen «una restricción a la importación de mercancías» y por lo tanto, son incompatibles con la normativa del organismo.

En diálogo con Conclusión, el economista Alejandro Roffman, minimizó el alcance de «futuras acciones que el organismo internacional pueda articular». Roffman, entiende que el posicionamiento argentino, en su oportunidad, está contemplado «en una serie excepciones que se pueden alegar en los acuerdos que se firmaron«.

Ademas, «el uso de esa facultad por parte del país permitió proteger las reservas del Banco Central», aseveró el facultativo.

El economista expresó que los conflictos suscitados en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio «nunca son terminales, siempre son materia de negociación», no se da entre países como tales «sino que a veces es por productos determinados, lo que obliga a las partes a tomar una actitud más negociadora».

«A veces depende de la circunstancias internacionales y de las necesidades del momento tratar los puntos que interesan en la agenda comercial de los países, por lo tanto depende también de la voluntad de las partes llegar a un acuerdo sobre barreras aduaneras», concluyó el economista.