Por Jennifer Hartkopf

Una de las páginas más negras del siglo XX es sin duda el genocidio armenio producido por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano ocurrido entre 1915 y 1923. A pesar de la brutalidad que caracterizó la masacre, y el inmenso número de víctimas fatales, Turquía sigue haciendo oídos sordos y negando el término de genocidio para designar a uno de los exterminios más terribles de la historia.

En ese contexto, los descendientes armenios rosarinos, agrupados en la Colectividad Armenia, realizarán esta tarde un acto para recordar los cien años del genocidio en el monolito a los mártires armenios (Dorrego y el río, en el Parque de las Colectividades) a partir de las 19. Participarán también autoridades municipales y provinciales, así como oradores referentes de Derechos Humanos de la ciudad.

En diálogo con Conclusión, Juan Danielian, presidente de la colectividad local, expresó al respecto: “El encuentro invita a toda la comunidad a recordar y contar lo que pasó en Armenia hace 100 años porque creemos que recordar es una forma de evitar que vuelva a suceder este atroz hecho en cualquier parte del mundo”.

“Nosotros no buscamos ni venganza, ni pelea. Nosotros buscamos el reconocimiento y que nuestras instituciones y nuestras iglesias, que ahora están tratando de ser destruidas para que no queden rastros, sigan en pie; ese es nuestro trabajo”, explicó.

Asimismo, dijo que “el acto va a ser multitudinario para Rosario” ya que “acá somos entre 300 y 400 armenios descendientes, por lo que calculo habrá una cifra similar”. “Va a venir el gobernador, la intendenta, la cónsul de Buenos Aires, los diputados, senadores y toda la comunidad; además de seis oradores y la bendición un sacerdote ortodoxo armenio que también viene de Buenos Aires”, agregó entusiasmado Juan.

Armenia también celebra

Cientos de miles de personas son esperadas hoy en Ereván para una ceremonia de conmemoración en el monumento dedicado a las víctimas del genocidio armenio. Entre los invitados, los presidentes ruso y francés, Vladimir Putin y François Hollande.

El imponente monumento, que comprende sobre todo 12 estelas de basalto, inclinadas sobre una llama eterna, y una flecha de 44 metros de altura que simboliza el renacimiento del pueblo armenio, fue inaugurado en 1967, dos años después de las manifestaciones masivas de Ereván para reclamar por primera vez el reconocimiento del «genocidio».

«El genocidio de los armenios no es sólo la tragedia de nuestro pueblo sino también un crimen de alcance mundial contra la civilización y la humanidad», subrayó el presidente armenio Serge Sarkisian, al acercarse el centenario.

Estambul se suma a la conmemoración

El 24 de abril de 1915, miles de armenios sospechosos de hostilidad con el gobierno central del Imperio otomano fueron detenidos en Constantinopla (ahora Estambul), donde luego, la mayoría fueron ejecutados o deportados.

Por ese motivo, también en Estambul está prevista una pequeña concentración para conmemorar el centenario del genocidio. Además por el mundo se celebrarán ceremonias organizadas por numerosas diásporas armenias, de Los Ángeles a Estocolmo pasando por París –se apagarán las luces de la torre Eiffel por unos minutos- o Beirut.

Historia… Unos años atrás…

Durante la madrugada del 24 de abril de 1915, cientos de intelectuales, religiosos, profesionales y ciudadanos comunes de origen armenio fueron expulsados de sus casas, detenidos y deportados hacia el interior del Imperio Otomano para luego ser brutalmente asesinados. La fecha recuerda el comienzo del llamado Genocidio Armenio, del que este año se cumplirá un siglo. Una masacre cometida por el Estado turco y considerada el primer caso de «limpieza étnica» de la era contemporánea.

A pesar de que el 24 de abril quedó instituido como el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos, el Genocidio Armenio no se limita estrictamente a esa jornada, ni siquiera al año 1915. Desde entonces hasta 1923 el Estado turco terminó con la vida de 1.500.000 armenios, en una población que durante aquellos años oscilaba los 2 millones de habitantes. La mayoría fue asesinada. Muchos sucumbieron ante el hambre y las epidemias durante los penosos traslados y en los campos de concentración. Otros murieron asfixiados en trenes que no iban a ninguna parte. Algunos prefirieron arrojarse al río Éufrates como forma de liberarse del horror. Mujeres y niños fueron raptados y abusados. La riqueza del pueblo armenio fue salvajemente expropiada.

Este primer genocidio del siglo XX se llevó la vida de un millón y medio de víctimas. Aproximadamente, sólo 500 mil armenios pudieron sobrevivir y contarlo.

En ese sentido, Juan señaló angustiado: “Es un episodio terrible en el cual uno no lo puede creer que hayan pasado cien años sin que se haya reconocido”.“La diáspora -continuó- fue la que mantuvo vivo este genocidio porque la diáspora significa los armenios diseminados por todo el mundo, incluidos nosotros”.

Sin embargo, manifestó su alegría al decir que “para nosotros es un triunfo enorme haber mantenido vivo todo esto, porque desde Armenia no lo podrían haber hecho. Realmente es un logro, es algo muy importante”, explicó el presidente de la Colectividad. A lo que aclaró: “Por un lado es gratificante, pero por el otro uno siente el dolor de pueblos enteros que fueron llevados al desierto, sin agua y sin comida hasta que fueron muriendo. Como los Jóvenes Turcos querían limpiar la etnia, de los dos millones de armenios mataron a 1.500.000, asique imaginaras que desbastaron todo”, contó Juan Danielian a Conclusión.

Turquía, la negación del nunca jamás

Heredera del imperio otomano, Turquía no está de acuerdo con las estimaciones de Ereván y habla de una simple guerra civil, a la que se unió una hambruna, que costó la vida a entre 300.000 y 500.000 armenios y otros tantos turcos.

Si bien reconoce que hubo una matanza de armenios, no avala la idea de un genocidio como un acto organizado y planificado para exterminarles, y lo enmarca dentro de los sangrientos sucesos de la Primera Guerra Mundial, en la que muchos armenios apoyaron a las enemigas tropas rusas.

Para Juan “Turquía se justifica diciendo que nosotros estamos tratando de crear la xenofobia y ellos basan la matanza en el principio de la Primera Guerra Mundial, dicen que fueron acciones de guerra, pero el mundo entero sabe que no fue así”.“Turquía está en un lugar estratégico y tienen muchas transacciones políticas y bases militares, por eso ninguno lo quiere reconocer, aunque no es justificativo”, añadió.

Cuando fue consultado sobre la posibilidad de que dicho país asuma alguna vez tal masacre, reveló que “va a reconocerlo cuando los grandes países del mundo hagan presión, pero mientras tanto Turquía va a buscar vericuetos léxicos y va a decir que estamos haciendo la xenofobia o que los armenios lo utilizan por cuestiones económicas, o para hacer publicidad en contra de los turcos, por eso mientras eso no suceda, Turquía nunca va a reconocer el genocidio”.

En esa dirección, explicó que los “grandes” países “utilizan artilugios políticos para no decir genocidio, porque no les conviene por cuestiones políticas decirlo abiertamente” y dio un ejemplo con Estados Unidos: “La comunidad armenia en California es muy grande y Obama cuando él hizo campaña política dijo que iba a reconocer el genocidio armenio y después cuando subió no lo hizo. Ahora en las últimas declaraciones que hizo, otra vez no usó la palabra genocidio”. “A pesar -prosiguió- de que en Estados Unidos hay 43 estados que lo reconocieron no lo reconoce el país, es decir, las más altas autoridades”.

Aunque muchos lo niegan, ya unos 20 países, entre ellos Francia, Rusia y Chile, han reconocido el genocidio armenio.

Reconocimiento del Papa

Menos de dos semanas antes de la ceremonia de Ereván, el papa Francisco empleó por primera vez el término de «genocidio» refiriéndose a las masacres de armenios, en una misa concelebrada con el patriarca armenio Nerses Bedros XIX Tarmouni en el Vaticano.

«El siglo pasado, nuestra familia humana atravesó trestragedias masivas y sin precedentes. La primera, ampliamente considerada el primer genocidio del siglo XX golpeó a vuestro pueblo armenio», declaró el pontífice.

Esta declaración provocó el furor de Turquía, que llamó a consultas a su embajador en el Vaticano. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exhortó al Papa a no repetir este «error».

Sin embargo, en abril de 2014, el propio Erdogan, entonces primer ministro, había dado un paso inédito al presentar sus condolencias por las víctimas armenias de 1915 sin por ello dejar de refutar toda voluntad de exterminio.

En una resolución adoptada la semana pasada, el Parlamento Europeo «alentó» a Turquía a reconocer el «genocidio» armenio e instó a Ereván y Ankara a «obrar para una normalización de sus relaciones», que siguen congeladas.

Pero las autoridades turcas parecen hacer oídos sordos a este llamamiento. «Turquía no puede reconocer tal pecado o tal crimen», reiteró Erdogan antes mismo de la votación en Bruselas.

Un consejero de origen armenio del primer ministro turco Ahmet Davutoglu «se jubiló» el jueves pasado después de declarar en la prensa que las masacres de armenios en 1915 constituían un genocidio.

Sobre el reconocimiento del papa Francisco, Juan Danielian se mostró feliz y lo señaló como un hito en la historia de la colectividad armenia, “un logro, un antes y un después”.

“El Papa fue el primer líder político del mundo, que el pasado 12 de abril, antes de empezar la misa, reconoció y dijo con todas las letras el genocidio armenio. Así que eso fue un quiebre, más en este momento de los 100 años, fue muy importante y estamos muy conmovidos”, relató contento.

“Por eso lo del Papa para nosotros fue trascendental porque fueron armenios de todo el mundo, de Canadá, Bélgica, Francia, el Líbano, Estados Unidos, Rusia, incluso de Turquía y se hizo la misa y fue conmovedor para nosotros porque fue la primera vez que se hizo un reconocimiento de este tipo, así que para nosotros fue un cambio y tuve la suerte de estar presente”, dijo Danielian a Conclusión.

Aunque mencionó que por el reconocimiento que hizo Francisco, “una iglesia católica en Estambul, llamada La Santa Sofía, fue convertida en mezquita en represalia a la iglesia católica y al Papa”.

La Colectividad Armenia en Rosario

“El trabajo de la colectividad es seguir manteniendo las costumbres, tratar de seguir reuniendo a los descendientes, porque ya estamos en tercera y cuarta generación, difundir la ‘armenidad’ y tener en cuenta lo que yo siempre digo que es que no hay que olvidarse de las raíces porque eso nos ayuda a crecer, a ser mejores. Sabiendo de dónde venís y quiénes somos podemos contribuir a hacer una Argentina mejor, por eso trabajo para la colectividad”, relató Juan Danielian, el presidente de la agrupación sobre el trabajo que realiza a diario.

“Los armenios no tuvieron patria durante muchos años, por eso la patria de cada armenio es la de cada país que habita. No hay un país definido, para cada cual hay una mini Armenia en cada parte del mundo, como lo es para mí Argentina. De cada lugar los armenios hicieron su país, respetando por supuesto, los principios y costumbres primero de ese país. Primero somos argentinos y después somos armenios”, cerró Danielian.