El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgicas (UOM), Antonio Caló, admitió hoy que las paritarias de este año «fueron duras» y, por eso, «conseguimos lo mejor que pudimos, no lo que queríamos».

Según el sindicalista -líder, también, de la CGT oficialista- «hay cincuenta mil trabajadores (metalúrgicos) que tendrán un aumento del 36,50%», y no del 27,8%, que es el porcentaje que se firmó esta semana con los empresarios.

El aumento se aplicará en dos tramos: un 17,8% retroactivo a abril último y un 10% desde julio, pero como parte del convenio se eliminará la categoría de operario, para englobar a todos los trabajadores que se inician en la actividad en la de operario calificado.

De esa manera, quienes figuran en esta categoría tendrán una mejora adicional del 8,5%, que es la que resaltó Caló.

«Todo trabajador que ingresa ya es operario. Ahora, a los seis meses ya es calificado», subrayó el sindicalista, en declaraciones a radio América.

En las paritarias, la UOM reclamaba un ajuste salarial del 32% para este año, pero finalmente aceptó la sugerencia del Gobierno de firmar por un 27%,8%.

«Para los empresarios es mucho y para nosotros, poco» el aumento logrado, admitió el líder metalúrgico.

Además, lamentó que «otros dirigentes», como el secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano- «opinen sobre (el acuerdo logrado por ) la UOM».

«Me río de las críticas de Pablo Moyano, no gasto pólvora en chimangos. Si viniera de dirigentes gremiales con altura les respondería», afirmó.

Y consideró que «cuando un dirigente gremial ataca a otro, es porque no quiere la unidad del movimiento obrero. La pregonan, pero no la quieren».

Por otra parte, Caló hizo referencia a los paros dispuestos por el Sindicato de Camioneros (para el 4 de junio) y por el sindicalismo opositor (9 de junio): «Respeto el paro que determina cada gremio. El tiempo
determinará si fue político o no», enfatizó el gremialista.