A través de un pormenorizado análisis, bajo el título de “Burbuja financiera, crisis y oportunidad multipolar”, el licenciado Walter Formento hace referencia a síntomas que indican una inminente caída del Deutsche Bank y que ello tendrá el mismo impacto que la del Lehman Brothers-Citibank ocurrida en 2008, y que produjo lo que se denomina Crisis Financiero Global.

En ese contexto, Formento, quien preside el Centro de Investigaciones en Política y Economía (Ciepe) de Argentina, dice que “hoy nos encontramos dentro del despliegue de esa crisis global” y se pregunta: “De cuál momento de la CFG podríamos estar hablando?”.

Contracción

Y explica que, “cuando menos cosas se compran y, se venden y envían a todo el mundo, esto nos dice que la ‘economía real’ se está contrayendo. Se están realizando enormes esfuerzos para tratar de apuntalar los mercados financieros en este momento, pero la economía mundial va claramente a la recesión –dice el analista- y en este momento se está haciendo muy difícil, incluso para los más optimistas negar esta realidad. Las cifras del comercio para China en enero de 2016 son una gran decepción. Las exportaciones de China cayeron un 11,2 por ciento interanual y las importaciones disminuyeron un 18,8 por ciento.Las importaciones chinas han caído durante 15 meses seguidos, desde fines de 2014. Estos nuevos números sólo pueden ser descriptos como catastróficos”, afirma Formento.

Con respecto al comercio mundial, señala que “se ha reducido de manera tan dramática que ahora es más barato alquilar un buque mercante de 1.100 pies que alquilar una Ferrari. Los precios para barcos de la clase Capesize se desplomaron un 92 por ciento”, señala, y asegura que “lo mismo está sucediendo en el mercado de la vivienda Hong Kong, que en enero estaban en camino de registrar el peor mes desde 1991. El precio del petróleo ha caído un 75% en los últimos 18 meses y 17 billones de dólares de riqueza de la bolsa mundial han sido eliminados desde mediados de 2015”.

Descenso económico global

El panorama que presenta el presidente del Ciepe no es para nada alentador, aunque muy realista. “Las economías se paralizan –asegura-, los consumos industriales y personales también, la demanda de materias primas y, bienes y servicios industriales le siguen, y todo esto impacta en el transporte de importación y exportación, y también sobre la demanda de petróleo y dinero para financiar la producción y el comercio. Es la economía real lo que vemos. Nos encontramos en medio de un impresionante descenso económico global, y el sistema financiero global toma nota de esto”.

Hace referencia también a las tasas de interés negativas (a 0%), señalando que “permitieron inflar una burbuja financiera, de emisiones de bonos sin respaldo y comprar deuda basura, 12 veces mayor a la que estalló en 2008. Actúa ahora, incluso, como una carga, como un impuesto sobre el sistema bancario. Hemos alcanzado realmente el límite de lo que la política monetaria puede hacer. Desde marzo de 2008, las tasas de interés se han reducido 637 veces en todo el mundo”.

Costo de la incompetencia

Advierte luego sobre que “se oyen voces en el centro de las finanzas globales que dicen: ‘Todos vamos a pagar un precio horrible por la incompetencia de los Bancos Centrales “, (CNN Moneys); llegamos a la fase terminal de la mayor burbuja financiera de la historia y poniendo a todo el mundo a las puertas de la 3ra Guerra Mundial en el Medio Oriente. Todos los ojos se centran en el Deutsche Bank (DB). Pero no se trata sólo del DB, es todo el sistema bancario occidental en su conjunto el que se encuentra en crisis. Nadie dijo –agrega- que Morgan Stanley cayó más del 7% también. Que el Bank of América el 5,4%, el Goldman Sachs cayó el 6% y el JPMorgan otro tanto. Hoy CreditSuisse está siendo golpeado por una caída del 7,7%. Todos tienen en común el excesivo alto grado de exposición. Sin excluir de esta lista al Santander, RBS y Barclays”, enfatiza.

Recuerda también que en una entrevista con Bloomberg TV, para discutir el futuro del Deutsche Bank, John Mack (Morgan Stanley), dijo: «Deutsche Bank está muy bien. La posibilidad de que no pueda realizar el pago de sus intereses, es simplemente absurdo. El Gobierno de Alemania no va a permitir que eso ocurra. De lo contrario, será rescatado”. “Luego de estas palabras –explica Formento-, las acciones de Deutsche Bank subieron más que en los últimos siete años, advirtiéndonos que el problema no se resuelve desde lo económico; nunca los problemas de esta escala se analizan ni se resuelven desde lo económico solamente. La solución siempre incluye a la política y a lo político estratégico, sin lo cual estos gigantes financieros nunca hubieran alcanzado tal tamaño”.

Desaceleración de la economía

Más adelante señala que “después de todo, el DB solo tenía una exposición nacional bruta a los derivados de aproximadamente u$s 60 billones de 2014 (3/4veces mayor que el PIB de Europa y 16 veces que el PIB alemán). Con la corrida financiera global de junio de 2013, iniciada por la Reserva Federal de EEUU –agrega-, se da inicio a una crisis que nos lleva a la desaceleración de la economía real y a la crisis de los grandes bancos (‘demasiado grandes para dejarlos caer’) que observamos hoy”.

Luego se pregunta: “¿Si todas las grandes bancas financieras se encuentran en la misma situación, con bonos de deuda que superan varias veces su capacidad de pago, por qué se pone en el centro al Deustche Bank? La respuesta nada tiene que ver con la economía y las finanzas ya que la crisis atraviesa a todos. Por lo tanto, la respuesta debemos buscarla en la política y en lo político-estratégico. Podríamos decir que, con la “caída” de Deustsche Bank, la globalista S&P tiene el objetivo de golpear duro a la Unión Europea. Golpearla duro –aclara- para que frene su aproximación a la Unión Aduanera Euroasiática-Brics y luego, para debilitarla de tal modo que no pueda no aceptar su incorporación subordinada en el esquema financiero global de Londres/WallStreet/HongKong”.

Distanciamiento

Y sigue preguntando “¿qué está en juego en este movida de S&P y en la contra-movida de Moody´s?. La Unión Europea, Alemania y los grandes jugadores económico-estratégicos de estado continental europeo, alemanes y franceses, se encuentran embarcados en profundizar la relación de articulación con la Unión Aduanera Euroasiática y con la Organización de Cooperación de Shanghay (OCS). Lo cual implica un distanciamiento respecto del tratado de comercio e inversión entre la UE y EE UU (TTIP, por sus siglas en inglés). Un distanciamiento que provoca no solo la pérdida de un actor central y estratégico para el esquema financiero global de poder sino que implica también, con su articulación a los Brics, la consolidación estratégica del esquema multipolar no-financiero de poder”.

Finalmente, el licenciado Walter Formento expresa: “Quién pueda imponer las condiciones para la producción y el comercio real, con una moneda sólida y respaldada en el Oro, una alternativa de arquitectura económica financiera y productiva, y un esquema político estratégico alternativo a la guerra militar y a la guerra financiera. Quién pueda imponer estas condiciones de Paz, Producción y Trabajo habrá podido crear las condiciones para construir una gran puerta de salida”.