El titular de la UIF (Unidad de Información Financiera, del Ministerio de Derechos Humanos), Mariano Federici, adelantó hoy que el organismo “pondrá énfasis en las grandes causas donde debía estar involucrada, de lavado y de narcotráfico, y dejará de actuar en aquellas causas donde la única intervención podía ser la de perseguir políticamente a sectores o a quienes no compartían ideológicamente la visión de un gobierno coyuntural”.

Federici cuestionó “la utilización de la herramienta antilavado para fines para los cuales no fue nunca prevista y no debió nunca haberse utilizado, como lo fue la persecución política, ideológica o de sectores o empresas que no compartían fines con el gobierno”.

El funcionario justificó el cambio de enfoque en materia de colaboración con la Justicia, “tratando de ser más estratégicos”, al hablar en el Sexto Congreso Sudamericano sobre Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, que sesiona en Buenos Aires.

El giro, añadió el funcionario, “implica una manera estratégica de abordar la facultad de posicionarnos como querellantes en aquellas causas donde la UIF pueda agregar valor, sobre todo aquellas donde están las amenazas más graves a las que se encuentra expuesto el país”.

“Aún no habiendo hecho el diagnóstico de riesgo respectivo, hemos puesto eje en litigar y querellar contra el narcotráfico, porque es una de las prioridades del gobierno”, insistió.

“La falta de estrategia revela improvisación en el accionar estatal, y deja librado al azar y a la discrecionalidad el uso de recursos públicos”, resaltó Federici.

El funcionario -que recordó su experiencia en la materia durante los últimos 12 años en el Fondo Monetario Internacional (FMI)- destacó además la necesidad de preservar la función “operativa” de la UIF, que hasta ahora “tenía demasiadas funciones y atribuciones, y había concentrado todo el poder del sistema antilavado”.

“Nos pareció que esa no era la manera eficiente de trabajar y ordenar el juego, y que es importante separar roles, en función de la mejor contribución que cada institución puede hacer al sistema”, agregó.
El titular de la Unidad antilavado evaluó que “mezclar las tareas operativas y regulatorias con funciones políticas, de coordinación, de elaboración de políticas públicas y de impulso de iniciativas legislativas no es la manera más efectiva”.

Justificó en ese sentido el traslado de tales funciones al Ministerio de Justicia “para trabajar de manera más eficiente”.

Federici señaló, por otra parte, que el año próximo la Argentina presidirá el GAFI-Lat (Grupo de Acción Financiera Internacional para América Latina, donde el país ocupa hoy la vicepresidencia).

En ese sentido, adelantó que se creará una representación internacional “para liberar a la UIF de la carga por la enorme cantidad de compromisos externos”, y precisó que ese cargo lo ocupará “un embajador de carrera que va a actuar desde la órbita del Ministerio de Justicia”.