Por Fabrizio Turturici

Hace cuarenta años, el 24 de marzo amanecía en una jornada trágica que marcaría, a sangre y fuego, la historia argentina. Todo era confuso: un golpe cívico militar depuso a la presidenta Isabel y estableció un Proceso de Reorganización Nacional al mando de la junta militar liderada por el teniente general Jorge Rafael Videla.

En memoria al Golpe de Estado sufrido en 1976, políticos locales ofrecieron una mirada reflexiva sobre aquellos días. Algunos, incluso, rememoraron escalofriantes historias personales. En este orden, Conclusión dialogó con Eduardo Di Pollina, diputado provincial del Frente Progresista Cívico y Social; Alberto Botto, secretario General del sindicato Luz y Fuerza; Gerardo Rico, diputado provincial y referente del Movimiento Evita; y Ángel “Pini” Elías, presidente del Enapro (Ente Administrativo Puerto Rosario).

En primer lugar, Di Pollina señaló que “es una fecha terrible la que vivimos los argentinos hace cuarenta años. Los golpes de Estado, no solamente en Argentina sino en América latina, tenían un objetivo en común: reprimir toda expresión contraria, establecer un modelo económico neoliberal”.

“El golpe llegó de la mano de un ministro de Economía, Martínez de Hoz, que transformó la sociedad civil y su relación con el mercado. Los centros de poder reclamaban políticas de ajuste. Todo ello acarreó a la Argentina a una crisis económica. Por otro lado, utilizó como brazo ejecutor a las Fuerzas Armadas, promovidas por el gobierno republicano de los Estados Unidos, bajo la teoría de la Seguridad Nacional, que trajo lo conocido: persecuciones, muertes y desapariciones”, continuó el diputado socialista.

 Asimismo, Di Pollina dijo que “la sociedad argentina, en gran parte, ha reflexionado sobre esto, para que haya un Nunca Más. Lo que preocupa es lo que está ocurriendo hoy en América latina, porque han cambiado las metodologías. En Brasil hay un intento de destitución muy grande”, selló.

Acerca de la visita al país de Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, el diputado opinó que “no es la mejor fecha para que visite a la Argentina un presidente norteamericano. Yo rescato la posibilidad de diálogo con cualquier país del mundo, pero no hay que olvidar que ellos fueron responsables directos de los sucesos de América latina; aunque hoy tengan la mira puesta en otro lugar, que es Medio Oriente”.

A la hora de apuntar a los responsables locales, Di Pollina expresó que “fueron muchos: el Ejército, los sectores civiles, eclesiásticos… Siempre fueron las minorías derechistas las que promovieron los golpes de nuestra historia, y con el mismo motivo: una disputa de la redistribución de la renta nacional contra las mayorías populares”, sentenció el socialista.

Por otro lado, Alberto Botto sintonizó con que “es un día de recuerdo y reflexión para establecer un verdadero Nunca Más. Todos sabemos que lo que ocurrió tuvo un trasfondo económico”, dijo, al tiempo que agregó: “Y ver las similitudes en las medidas adoptadas por el actual gobierno con lo que pasó en 1976, es preocupante. Creo que nos transportan a ese plan que destruyó la industria nacional y puso de rodillas a la nación”, siguió.

“Para un verdadero Nunca Más, hay que tener conciencia de clases, recurrir a la lectura, a la información, a la historia argentina. Siendo que hoy vivimos en democracia, los argentinos debiéramos unirnos, sin importar la orientación política, para que no vuelva a ocurrir algo así”, consideró Botto.

Sobre la visita de Obama en 24 de marzo, «se podría haber dado en otra fecha, hoy es un día muy sensible para los argentinos. En definitiva, lo importante es que el pueblo se manifieste de manera masiva por la Memoria, la Verdad y la Justicia; sin importar lo externo”, indicó el dirigente gremial.

«La desclasificación de archivos es un asunto resonante, habrá que ver el contenido de la misma. Es obvio que no será total, porque todos conocemos el rol de Estados Unidos en nuestra dictadura”, ultimó Botto.

Por el contrario, Gerardo Rico prefirió narrar los sucesos que lo envolvieron en aquellos días. “Yo en ese momento militaba en la Juventud Peronista, y cuando me entero del golpe, no me sorprendí. Ya se preveía desde un año antes, 1975, con la Triple A de Isabel y López Rega, por las muertes y desapariciones que se venían produciendo. Así que se veía venir”.

 “Yo lo sufrí en carne propia. A mí, antes del 75, me fue a buscar la Triple A dos veces. Tuve la suerte de no estar en mi casa ninguna de las dos veces. Si llegaba a estar, me llevaban y hoy no estaría acá”, relató con pena.

El diputado provincial continuó su sombrío relato: “La primera vez, yo volvía de la Facultad de Ciencias Económicas, en bicicleta, y cuando pasé por mi casa en Brown y Oroño, había en la puerta quince personas armadas con ametralladoras. Seguí de largo y me escapé. Era muy chico, tenía 21 años. A partir de estos hechos, tuve que irme a vivir a escondidas a casa de un pariente. Fueron épocas muy dolorosas: levantarse a la mañana, leer el diario y ver que habían a un compañero. El dolor de aquellos días era inmenso, nos iban matando de a uno; pero yo seguí militando asiduamente. Teníamos utopías, queríamos cambiar la Argentina. A la mayoría de mis compañeros de la facultad de Economía los asesinaron. Así viví hasta noviembre del 76, cuando me exilié a España”, terminó.

Otro que relató su vida y activismo político desde la clandestinidad, fue Ángel “Pini” Elías, quien recordó que “tuvimos un compromiso político que ya lo expresábamos en aquella época. Yo participaba del movimiento estudiantil. Inmediatamente, después del golpe seguimos haciendo activismo político en la clandestinidad, ya que los centros de estudiantes eran perseguidos. Me sumé a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, donde milité varios años con la juventud del radicalismo”, contó el presidente del Enapro.

“El radicalismo tuvo que lamentar víctimas antes y después del 76. Por ejemplo, Sergio Karakachoff: su muerte me conmovió demasiado, porque una referencia histórica para nosotros, que había enfrentado con coraje a la dictadura militar”, lamentó.

No obstante, el ex diputado expresó que “la masividad de las convocatorias, como las que se harán hoy, y el hecho de vivir en democracia tanto tiempo, han establecido un Nunca Más definitivo. Hay que recordar y reconocer a quienes expusieron su vida y trabajaron incansablemente, más allá de sus intereses personales, para resistir el modelo destructivo que nos planteaba la dictadura. Gracias a los que trabajaron en la resistencia y que, con sus esfuerzos, abrieron el camino para la recuperación democrática”, culminó.

La reflexión general que dejan nuestros políticos, es que “hay que asegurar la memoria histórica y promover los derechos humanos. Estudiando el pasado, para comprender el presente y no repetirlo en el futuro”.

 

Fotos: Florencia Vizzi y Salvador Hamoui, Conclusión.