Por Aldo Battisacco

El proyecto de promoción de las pymes obtuvo media sanción en Diputados, y fue girado al Senado. La norma, prevé un régimen diferencial para las pequeñas y medianas empresas.

Las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 98% de los establecimientos en la Argentina y son representativas del 50% del trabajo formal. Desde hace meses la situación del sector se fue agravando con medidas, como tarifazos, devaluación de la moneda, falta de políticas crediticias, tributarias y la importación que tiene en jaque a las industrias que producen derivados del acero, la madera, el cuero y otros como la industria del frío y electrodomésticos.

Hace pocos meses, los titulares de la pequeñas y medianas industrias de todo el país agremiados en distintas organizaciones, reclamaron un cambio de políticas y presentaron en el parlamento distintas iniciativas para paliar los efectos de la crisis.

Conclusión dialogó con representantes del sector Pyme para precisar cuál es el impacto que sufrieron las pequeñas empresas de la región debido a las políticas aplicadas hasta le momento.

El titular de la empresa Maroma, con quien dialogó este medio, es Duan Manuel De Santis, quien hace “vulcanizado de caucho que junto a la tornería da asistencia a la industria carrocera de larga distancia”.

«Estos últimos 60 días fue una actividad casi normal, pero la planificación con la que se trabajaba no existe, y expuso que la caída aproximada es de 45%. De cuatro operarios quedaron tres, pero hay trabajo para uno y medio», sostuvo Duan. Y agregó: «Lo que ayuda a la fábrica es hacer piezas para ferreterías que venden los productos en el mostrador, pero la perdida del poder adquisitivo de la gente se nota porque los pedidos de mis clientes apenas llegan a la mitad”,

“Subsidiar un sueldo con un programa Repro tampoco sirve –comenta De Santis- porque lo que hace falta es trabajo, hay que reactivar la economía, hubo momentos difíciles, pero hacen falta políticas que reactiven el mercado interno”, reafirmó el empresario Pyme.

Otro de los efectos perniciosos que enumeró el industrial, es que “la tarifa de energía repercutió mucho, y se siente porque no se vende, de hacerlo tal vez se podría aguantar, pero no en estas condiciones, y tomar crédito seria una locura”.

La política de importación “nunca favoreció este rubro porque con la pérdida de empleos nadie podrá vender lo que importa, la empresa Maroma fue montada completamente en estos últimos 12 años, había un terreno donde hoy funciona maquinaria de última tecnología, comprada hace 5 años, todas computarizadas que hacen mecanizados, y hoy se hace difícil hasta pagar el aguinaldo”, especificó vehentemente Duan De Santis.

Puerta_Chapa

El plan Procrear generaba demanda de aberturas en las pymes del rubro

Otro de los empresarios con quien dialogó Conclusión es Miguel Rugulotta, titular de la Metalúrgica MJ, nacida hace 4 décadas, , que realiza “cortes y plegado de chapas y fabricación de aberturas”. Según el empresario el “primer síntoma que se produjo por las políticas económicas fue una notable caída de la demanda”, porque la empresa “depende de la industria  de la construcción».

El empresario, comentó que por la “capacidad de producción de su establecimiento, proveen a constructoras chicas y esa franja está en recesión”, y agregó que “la demanda cayó 50%”.

Por otra parte, consideró que la “devaluación de la moneda, encareció las materias primas, y al mismo tiempo el tarifazo energético, y los impuestos, duplicaron los costos porque la chapa común subió un 35% y el acero 60%” y esto impide “producir y ofertar productos con precios accesibles”.

Consultado por este medio si al sector se le asistió con políticas que le permitan financiar los costos de producción, Rugulotta señaló que «los intereses son demasiado altos para poder tomar crédito», y «además resultaría insólito hacerlo porque después no tendría a quien venderle las manufacturas”.

Respecto del pago del aguinaldo a los trabajadores, el empresario comentó que “se hace complicado humanamente hablando, porque el trabajador no es responsable de lo que pasa, y hay días que entran y preguntan con miedo si habrá trabajo, antes era una lucha organizarse para resolver la actividad, ya no es así, hoy cuesta cobrar para pagar aguinaldo”.

Finalmente, rememoró su experiencia diciendo que “no solo se vendía a una empresa directamente, sino que con la existencia del Procrear, los talleres de menor dimensión resolvían las necesidades de esas familias que colocaban las aberturas de toda una casa”, concluyó.

La ley aprobada para PyMEs, mejora 50% las ayudas del Estado para el sostenimiento del empleo en situaciones de crisis, por medio de los denominados Repro que quedan instaurados por la norma. También tendrán derecho a deducir de Ganancias un 10% sobre el valor de la o las inversiones productivas que realicen y quedarán exentas de pagar el impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, además, podrán solicitar un bono fiscal, correspondiente al IVA técnico que les retiene la AFIP, que servirá para pagar impuestos nacionales.

Juan

Juan Sisca titular de Apyme (parado) y el legislador Cárlos Heller

Hasta 2018 —plazo de vigencia de la ley— las PyMEs no podrán sufrir aumentos en la carga tributaria.

El legislador Carlos Heller, no fue optimista al sostener que la situación que atraviesa el sector “es consecuencia de las políticas macroeconómicas que se están aplicando en el país”, por lo que el proyecto por sí solo “no alcanza”.

El presidente nacional de Apyme, Juan Sisca, refirió a Conclusión, que de todo lo tratado en el Congreso, tiene que ver con un país en desarrollo y con PyMEs en desarrolló, es decir, cuando se le plantea a las empresas que podrán deducir de ganancias parte de lo que invierte es poco serio porque  las PyMEs hoy no invierten y tienen ganancias mínimas, postergar el pago del IVA a 90 días es positivo, pero no se puede pagar.

«Los tarifazos no fueron contemplados en la ley, es decir nada que roce el modelo económico con profundidad es considerado porque no existe un reconocimiento de parte de los legisladores del PRO, que existe una crisis. Las ideas son buenas, pero para un país que no es este, el Indec marca de que se trata», concluyó Juan Sisca.