Más de 160 personas fueron detenidas y unas 60 debieron ser hospitalizadas por las heridas sufridas durante enfrentamientos registrados en la madrugada entre la Policía armenia y los partidarios del grupo armado opositor que desde hace dos semanas está atrincherado en una comisaría de la capital, Ereván.

El grupo armado, que se identifica con el partido Parlamento Constituyente, exige la liberación de su líder político, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián, y la dimisión del presidente armenio, Serge Sargsián.

Sefilián, veterano de la guerra por el control del enclave de Nagorno Karabaj, fue detenido el 20 de junio por tenencia ilegal de armas y explosivos, algo que sus seguidores niegan y acusan a las autoridades de persecución.

Dos de los heridos se encuentran en estado grave, uno con quemaduras y otro con problemas en los ojos, informó la portavoz del Ministerio de Sanidad armenio, Anait Aitayán, citada por la agencia EFE.

Al igual que a lo largo de toda la última semana, miles de personas salieron anoche a las calles de la capital armenia en solidaridad con la treintena de hombres armados que asaltaron el pasado día 17 una comisaría, en la que retienen desde hace cuatro días a tres médicos como rehenes.

Tras celebrar un acto, cientos de manifestantes rompieron el cordón policial que rodea el territorio de la comisaría y se acercaron al edificio tomado por los secuestradores.

La policía reprimió a la muchedumbre con granadas aturdidoras y disparos de balas de goma.

Trece días después de que se hicieran con el control de la comisaría, los secuestradores parecen haberse ganado a muchos armenios pese a que mantienen como rehenes a dos médicos y una enfermera, que acudieron en su ayuda en una ambulancia para atender a varios asaltantes heridos.