Por Mario Luzuriaga

La banda rosarina «Vilma Palma e Vampiros», que nació en la ciudad en la década de los noventa y triunfó a nivel internacional, llega con su nuevo show de la mano del evento «Vorterix Retro» este sábado a las 21 en Salta 3519. Tocarán todos esos temas que dejaron huella en la conciencia popular como «La Pachanga», «Verano traidor» o «Auto rojo».

Mario «Pájaro» Gómez, líder de «Vilma Palma e Vampiros», compartió anécdotas y todo lo referido a la mítica banda en una entrevista exclusiva con Conclusión.

—¿Cómo va a ser esta presentación en el teatro Vorterix?

—Estamos siempre de gira tocando fuera del país y nos tocó ahora presentarnos en esta fiesta retro, en la cual vamos a estar tocando todos nuestros temas clásicos. Es una buena oportunidad para tocar porque hacía mucho que no lo hacíamos en un lugar grande, pues el último show que hicimos así fue en 2012 en el teatro Broadway. O sea esta bueno volver a tocar en casa.

—¿Cómo es la reacción del público local cuando hacen el espectáculo?

—Es como tocar en casa, está bueno porque lo compartís con amigos; es como tocar en un living grande junto a toda tu gente. Viene bien porque son los regalos que te da la profesión. Por suerte tenemos un público en el cual le pasan cosas con nuestras canciones, hay muchas historias y anécdotas y estamos contentos porque es grupo que está al alcance de la gente. Y también nos recibieron bárbaro en otros países como Estados Unidos, Colombia y Ecuador.

—¿Y cómo los recibe el público más joven?

—Lo bueno es que nos escuchan las nuevas generaciones, son fenómenos raros porque en la época que empezamos no habían nacido y se identifican con nuestras canciones y eso nos llena de orgullo y alegría. La gente las hizo como suyas. Lo más loco que nos pasó es que nos cuentan que hay gente que conoció a su pareja escuchando «Bye Bye», o que saltaban al ritmo de «Auto rojo». Fue increíble.

—¿Cómo ves que la banda sea tan querida por el público?

—La verdad es que estamos tocados por una varita, lo mismo pasa con los «Cadillacs» y los «Decadentes», porque son canciones que hicimos hace veinte años atrás y quedan ahí, las cantan o porque se las hicieron escuchar a un primo, o lo han escuchado por Internet. Es un fenómeno raro, pero estamos contentos por ser parte del mismo. El recital del sábado es más que una excusa para tocar en casa, yo tengo un vínculo muy grande con la ciudad nací acá y me quiero morir acá.

—¿Cuál es el lugar, aparte de Rosario, en el que te sentís cómodo al tocar?

—Hay muchos lugares, pero si no fuese Rosario, elegiría Medellín. Esa ciudad tan emblemática de Colombia es increíble, tiene un ambiente primaveral y además hay unas mujeres hermosas. Nos tratan muy bien en ese país.

—¿Hay planes para un nuevo disco?

—Estamos bastante haraganes (risas), pero tenemos que sacar algo. No sabemos si vamos a sacar un disco, pero seguramente hacer un EP (NdR: un disco reducido) o estrenar dos temas; porque sacar un disco a la calle no pasa mucho y si lo pasás en una radio siempre ponen nuestros temas clásicos, es toda una movida en la que tenés que promocionarlo y resulta cansadora. Sé que tenemos que hacer algo y en el transcurso de estos meses lo vamos a hacer.

Foto: ADN Viajes