La Legislatura santafesina aprobó este jueves por amplia mayoría la designación de Raúl Lamberto como Defensor del Pueblo de Santa Fe, pese a las críticas desde sectores de la oposición. Por 45 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones, fue aprobado el pliego enviado por el gobernador Miguel Lifschitz que proponía al ex ministro de Seguridad en ese cargo.

Esto mismo fue lo que despertó resistencia de algunos sectores, ya que sostienen que el Defensor debe ser, justamente, alguien independiente al gobierno de turno, cuando Lamberto es reconocido en el ala socialista. Los diputados Sergio Más Varela, Roy López Molina (PRO), Héctor Cavallero, Germán Baccarella y Patricia Chialvo (FJPV) fueron quienes votaron en contra de la designación de Lamberto.

«En cuanto a mi independencia del Poder Ejecutivo, el artículo 9 de la ley dice que el defensor del Pueblo no tiene que recibir mandato imperativo de nadie. Ni instrucciones de nadie. Tiene que ser autónomo y actuar de acuerdo a su sana crítica, y esa es una obligación legal», declaró Lamberto a LT8.

López Molina, por su parte, acusó al socialismo de no interesarle “defender al pueblo”, sino “pagarle a un amigo”. “Con la designación del ex Ministro de Seguridad en la Defensoría del Pueblo el gobierno de Miguel Lifschitz está pagando favores políticos y desentendiéndose de la importancia de un organismo de control muy importante para la ciudadanía”, aseguró, a la vez que sostuvo que hoy “se perdió otra oportunidad para jerarquizar los órganos de control en Santa Fe”.

En diálogo con Radio 2, Lamberto declaró: “Siempre en este tipo de lugares hay controversias. En el debate de ayer me quedo con la gran mayoría de legisladores que hicieron un debate maduro en cuanto al perfil del defensor”.

Y agregó: “Me hubiera resultado cómodo seguir siendo diputado y mirar para otro lado pero era necesario asumir esa responsabilidad”.

Héctor Cavallero, del bloque Frente Justicialista Para la Victoria, contó a Conclusión que la decisión de votar en contra fue independientemente de la persona: “Nosotros votamos en contra independientemente que sea Raúl Lamberto, porque tenemos la concepción de que los organismos de control, mediación, conciliación y concertación no pueden ser miembros de partidos oficialistas. No existe en el mundo que un miembro de un mismo partido durante más de 40 años controle el accionar administrativo jurídico y político de sus compañeros de militancia”,