La tranquilidad de la zona norte rosarina, se alborotó esta tarde, cuando la estrella de la canción folclórica, Oscar Chaqueño Palavecino, participó de un almuerzo en el domicilio de un fanático del cantante, en el barrio La Florida.

En pleno mediodía, el cantautor salteño, desembarcó con su banda y saboreó un pescado a la parrilla, hecho por sus propios dueños. El encuentro se hizo posible, a partir de la amistad del ícono de la música popular con el entrenador de fútbol rosarino, Salvador Ragusa.

Del evento, participaron otras caras conocidas del fútbol, el ex arquero de Central, Hernán Castellanos, los árbitros Sergio Pezzotta y Gustavo Lechner.

Tanto el golero como el referee rosarino, habían tenido contacto con el Chaqueño alguna vez, cuando participaron de un tradicional evento solidario que organiza en el paraje Rancho el Ñato, al norte de Salta, llamado el Trichaco, donde con diversas actividades se recauda dinero para los habitantes de esa localidad.

En la sobremesa, los músicos empezaron a desenfundar sus instrumentos y comenzó una peña, que incluyó varios éxitos del cantante, como Amor salvaje, que desbordó a todos los invitados y curiosos.

El reloj marcaba las cinco de la tarde y el Chaqueño Palavecino estaba cómodo y a gusto, pero el horario lo obligaba a levantar campamento, para probar sonido en el teatro El Círculo, donde esta sábado realizará su presentación.

El asombro de los concurrentes, ante la humildad de un referente de la música nacional, no tenía parangón. El Chaqueño, dejó su estela de bonomía y de la simpleza de los grandes.