El ministro de Agroindustria de la Nación participó este mediodía del 104º Congreso Ordinario de la Federación Agraria Argentina y en su mensaje a los presentes dijo que “hay que cambiar las pautas culturales que nos instalaron en estos últimos 12 años”.

Antes de ingresar en el tema específico del Congreso, el ministro también se despachó con una sanción de orden política orientada hacia el gobierno anterior: “Cómo puede ser que quienes protagonizaron uno  de los momentos de mayor cuestionamiento moral en la Argentina, todavía están con el dedo acusador”.

Al respecto de la reunión que convocó como cada año a los pequeños y medianos productores agropecuarios, Buryaile describió que “el Congreso de la Federación Agraria es mucho más amplio que un congreso de buenas prácticas agrícolas, es un congreso altamente politizado”.

Enseguida, el ministro del gobierno de Cambiemos orientó su discurso a responder algunos de los señalamientos y propuestas que había realizado minutos antes el titular de la Federación Agraria, Omar Príncipe con la aclaración previa de que el gobierno “viene a darle previsibilidad” a los actores de la producción agropecuaria.

“Muchos de ustedes saben que soy enemigo de las retenciones agropecuarias a las exportaciones – afirmó  el funcionario nacional – porque las mismas marginan a las provincias que están distantes de los puertos”.

Seguidamente, afirmó que “el volumen de la industria  de maquinarias agrícolas de Santa Fe se empieza a reactivar” y que “por supuesto nos falta recomponer la situación de los productores que no tienen acceso al banco y quedan marginados”.

Después de anunciar que “se va a crear un fondo para garantizar la competitividad de las economías regionales”, Buryaile describió: “Muchos productos están quebrados, tenemos el fondo de emergencia agropecuaria de solamente 500 millones de pesos y por lo tanto la única salida que tenemos es un fondo del que el Estado va a tener que destinar parte de los recursos para garantizar que no se corte la cadena de pagos en distintos puntos del país”.

Tal vez uno de los momentos en los que el ministro recogió más aplausos fue cuando expresó: “Quiero decirles también que cuando asumimos teníamos una espada de Damocles en la cabeza que era el tema de Monsanto. Agradecemos el acompañamiento que tuvimos de ustedes porque entendemos que el rol del Estado es indelegable y que a los puertos los controlamos nosotros y no una empresa privada”.

“Hemos tomado esa medida, también hemos enviado una ley de semillas al Congreso y felicito a la Federación Agraria que lo haya hecho y propuesto casi en forma innovadora. Creo que es una muestra de hacia dónde vamos para que tengamos un desarrollo de la industria semillera en Argentina y que los productores puedan acceder a la tecnología para entrar a un mercado que hoy aparece como un mercado oscuro”.