Por Santiago Fraga

Desde las últimas semanas, la agenda diaria apunta a la ‘inseguridad’ como uno de los temas de mayor preocupación en Rosario. Fruto de la casualidad y la necesidad fue que en este marco hizo su aparición «Partedemiparte», una obra de títeres para adultos que apunta al abordaje de la temática en el amplio espectro que requiere e interpela a los espectadores.

Hace más de seis años, el grupo de teatro y títeres Tongo explora con el arte de las marionetas por fuera de lo infantil y dirigiéndose a un público adulto.

Tras haber realizado la obra para niños “La Tribu de Tongo Tongo” y con su primer experimento para adultos, “Si sé que me voy, mejor”, hace un año y medio las principales actrices, Paula Sánchez y Ana Chisari, comenzaron a escribir lo que hoy es «Partedemiparte», que todos los viernes de septiembre se presenta en el Centro Cultural de Abajo (Entre Ríos 599).

Conclusión dialogó con Paula Sánchez, quien junto con Chisari, Fabio Fuentes como actor y músico invitado y Alan Clarión en la técnica dan vida a esta producción rosarina con la intención de llevarla a espacios no convencionales en donde el teatro no llega, como barrios, centros de salud y escuelas.

En sus palabras, ellas escribieron esta obra “reflexionando sobre lo que tiene que ver con la inseguridad pero abordándola desde diferentes clases sociales y diferentes puntos de vista, no sólo la inseguridad social encarnada en la escena de un robo, sino la inseguridad que siente una persona por ahí de una población más vulnerable o una mujer que por miedo a salir a las calles y sentir que el peligro está afuera, convirtiéndose ella también en una persona peligrosa”.

La historia se sucede en distintas escenas con un hilo conductor, cuyo personaje principal siempre es Sunilda, una mujer toba que vende sus flores ante todas las adversidades que la vida le pone.

Otra de las particularidades que tiene este espectáculo es que los títeres son de tamaño humano, trabajando parte del cuerpo de las actrices como cuerpo de los mismos, lo que da un efecto de realidad.

Romper con el prejuicio de que los títeres son sólo para los niños es otra de las misiones que el grupo Tongo se adjudica.

“El títere está asociado al público infantil, entonces la gente que ha venido ha podido atravesar una barrera de prejuicio en cuanto a no imaginarse cómo se puede trabajar con las marionetas”, aseguró Sánchez, agregando que “es algo que no es tan conocido y mismo en la gente teatrera que no se imagina cómo está abordado”.

La idea del proyecto no es dejar un mensaje, sino poder interpelar al espectador con una pregunta de ver qué le pasa, porque cada personaje títere tiene un poco de todos. Dejar una pregunta o una reflexión, no un mensaje cerrado y acabado”, sostuvo Paula.

Ella es psicóloga y trabaja en centros de discapacidad, mientras que su colega Ana es médica en un centro de salud. Producto de su trabajo diario es un poco que surgió la idea de la obra, que pasa por la reflexión de encontrarse “con poblaciones muy vulnerables en cuanto a recursos y a todo lo que les pasa, y poblaciones que quizás no son vulnerables en cuanto a recursos materiales pero si a un montón de cuestiones que van pasando y todo lo que despierta”.

«Partedemiparte» se denomina así por como los personajes “toman una parte del mundo para poder sentirse un poco seguros” y “cómo la inseguridad pasa por diferentes aspectos, desde el tipo que sale a chorear porque en su vida ha sido violentado o ha tenido una historia muy difícil y también se siente inseguro en el mundo; a la mujer que decide encerrarse y en realidad se encuentra con su propia historia, con todo lo que dejo de hacer y que ya tiene miedo o se siente insegura a volver a retomar todo eso que de alguna manera lo ponía en contacto o en lazo con un otro; y también en la mujer que tiene que salir a vender desde que es muy chiquita, enfrentarse a la calle, a tener hijos, a ser madre muy joven”.

“Es apuntado a la inseguridad que sufrimos todos en diferentes aspectos, no solo en salir a la calle y sufrir un hurto. Es muy amplio”, cerró la idea, donde también se apunta a mostrar la hipocresía y distintas problemáticas de la gente que colaboran a la llamada inseguridad.

Finalmente, sostuvo que esta obra es “poder encontrarse con una historia que los identifica y poder reflexionar frente a la realidad de otras personas que quizás no tienen contacto o no se lo pueden poner a pensar sino en ver al otro como un enemigo y no como un semejante”.