Por Mario Luzuriaga
Corría el año 1941 y Estados Unidos estaba al margen de la Segunda Guerra Mundial, ya en esa época dos de los más legendarios super héroes estaban combatiendo el crimen.
Ellos eran Superman y Batman, pero ahora necesitaban algo diferente. Max Gaines era uno de los fundadores de All-American Publications (la futura DC Comics) y se interesó por el pensamiento femenino del psicólogo William Moulton Marston (creador del polígrafo).
Marston se basó para crear a la heroína en su esposa y su amante. Cuenta la historia de Diana, una princesa amazona que luego de pasar diversas pruebas obtiene su traje y su lazo mágico para combatir los males del mundo, en este caso, la invasión de los nazis.
Pero además de su gran popularidad en los cómics y en la televisión en los dibujos animados de Hanna-Barbera, la Mujer Maravilla realiza su aporte a la formación moderna de la mujer es tal que definió muchos conceptos sobre el feminismo en la cultura popular, hasta el surgimiento de los movimientos LGTB. En los años 70 se hizo muy popular por la serie protagonizada por Linda Carter.
Ayer fue designada embajadora de la ONU para el Empoderamiento de las Mujeres y Niñas, un título que ha situado a la heroína de los cómics en el centro de una polémica que divide a la organización internacional. Para Naciones Unidas, el personaje es un símbolo ideal para hacer llegar a nuevas audiencias sus mensajes a favor de la igualdad.
Ahora y después de 75 años vida la Mujer Maravilla tiene por primera vez su oportunidad en el cine. Este año la vimos por primera vez en «Batman vs Superman: el origen de la justicia», en donde Gal Gadot descubre el plan de Lex Luthor y combate junto a los héroes al villano Doomsday. El próximo año se estrena su película en solitario que cuenta sus orígenes y además la veremos en «Liga de la Justicia» en donde todos juntos van a pelear por un mundo mejor.
