Por Santiago Fraga
Este miércoles se dio despacho favorable en la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal al proyecto del edil Jorge Rosario Boasso, para que se realicen controles de alcoholemia a los conductores involucrados en siniestros viales con lesionados, en busca de dimensionar la influencia del alcohol en los índices de accidentes de tránsito.
Al respecto, y pese a que de no mediar inconveniente la iniciativa será aprobada mañana por el Recinto, Boasso manifestó a Conclusión su molestia, ya que inicialmente su proyecto era para “todos los tipos de siniestros”, pero que por culpa del “socialismo que siempre está buscándole las cinco patas al gato” se la circunscribieron sólo a los casos en que haya lesionados.
“Yo quería –que los controles se hicieran- en todos los siniestros, no sólo en aquellos que hay lesionados. Pero bueno, el socialismo está siempre buscándole las cinco patas al gato y me la circunscribió para los casos en que haya lesionados”, aseguró el concejal radical a este medio.
Además, aseguró que esta maniobra es “la típica del socialismo”, que “como saben que después no lo van a poder implementar porque no tienen equipos para hacerlos en todos los siniestros restringe los proyectos”, y siempre “por la autoconfesión de la incapacidad de realizar o controles, o en este caso los operativos”. Esto lo detalló en que, en principio, “no tendrían en cada siniestro la capacidad de inmediatamente estar presentes en el momento del hecho, o inmediatamente después”.
Respecto de la iniciativa en sí, aquellos conductores cuyos exámenes de alcoholemia den resultado positivo serán pasibles de las multas dispuestas en el Código de Faltas de Rosario, conforme la graduación alcohólica detectada.
Para los casos en donde la lesión del conductor involucrado dificulte el control de alcoholemia tradicional, habrá métodos de extracción de sangre con autorización judicial. En esas situaciones, las autoridades municipales que participen del operativo se comunicarían inmediatamente con el fiscal.
Esta iniciativa estará apuntada principalmente a ser demostrativa de cuán peligroso es manejar en estado alcoholizado, en contraposición con la función preventiva de los controles diarios en las calles.
“Lo más preventivo son los controles de alcoholemia permanentes y constantes en la calle, evitando los accidentes. En este caso, tiene un sentido de acreditar en cuántas de las colisiones que se producen los conductores estaban alcoholizados en el momento del hecho. En un caso son preventivos y en otros demostrativos de cuán peligroso es manejar alcoholizados”, aseguró Boasso a Conclusión.
Los controles serían realizados por personal del Sistema Integral de Emergencias Sanitarias (SIES), debidamente capacitado, en aquellas circunstancias que así lo permitan.
