Por Aldo Battisacco, desde el Congreso

Mientras la Cámara de Diputados se aprestaba a tratar el proyecto de ley para prohibir las carreras de galgos, se cruzaron las manifestaciones entre grupos de personas a favor de las mismas y proteccionistas en contra, viviéndose momentos de tensión.

Los principales incidentes se produjeron cuando personas que lucían gorros de color amarillos rodearon a una decena de mujeres que se presentaron ante el parlamento para apoyar la sanción de la ley.

Allí se produjeron algunos empujones y tironeos, y la situación empezó a calmarse con la intervención de efectivos de la Policía Federal.

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Sara, una de las personas que se acercó para manifestarse en contra de las carreras, detalló a Conclusión que fue salvajemente agredida por un grupo de galgueros.

“Estaba parada en la vereda, sacando fotos, y vino un grupo de galgueros, hombres y mujeres, que empezaron a agredirme, a tirarme el pelo, me escupieron, me golpearon, me patearon, me rompieron los anteojos, trataron de arrebatarme la mochila, me insultaron de todas maneras. ¿Qué más podemos esperar de esta gente si así tratan a una mujer por simplemente estar parada en la vereda?”, denunció, con los lentes rotos y un cartel en sus manos.

De igual manera, sostuvo que vino a apoyar la ley que está en dictamen para prohibir “las carreras de estas pobres criaturas que viven en hacinamiento, maltrato, los drogan o sufren violaciones para que tengan crías, y después terminan vagando por las  rutas, muertos o en contenedores”.

Tan sólo el año pasado, Sara rescató doce perros de esa raza en su ciudad, Ramallo, de los que tres murieron en sus brazos.

“El galguero es una persona muy cruel. Ellos, cuando el animal ya no puede correr, literalmente lo mandan a la calle, si es que no lo matan ellos mismos, que aparecen ahorcados en los árboles. El galgo tiene un ciclo, a los cuatro años empieza a perder velocidad, y una vez que empieza a perder al galguero no le sirve más. El galgo no come alimento balanceado, come carne picada y verduras, un kilo y medio a la semana, o sea, mantenerlo, si no les reditúa, no les sirve. Son ángeles caídos del cielo, y son muy maltratados”, detalló Sara sobre el panorama triste y desolador que viven estos animales.

El proyecto que prohíbe las carreras de galgos en todo el país, que ya cuenta con media sanción del Senado, busca castigar con penas de hasta cuatro años de cárcel y multas de hasta 80.000 pesos a quien realice, promueva u organice esa actividad.

Entre otros apoyos, cuenta con el del presidente Mauricio Macri, que en redes sociales mencionó su apoyo a «los proyectos que proponen terminar con las carreras de galgos en todo el país, para evitar que se siga lucrando con el sufrimiento de los animales».