En este video se muestra una primera parte del conocimiento que habían adquirido del mensaje que los cielos pregonan cada noche a toda la tierra, sobre la gloria de Dios, sin palabras, sin que resuene su voz, como dice el Salmo 19. En ese conocimiento, sin duda obtenido con datos astronómicos empíricos y con muchas horas de oración, sorprende que supieran la doble naturaleza divina y humana del Redentor por las constelaciones de Centauro y Sagitario. Pero indagando un poco más se deduce que también conocían la importancia de su Madre la Virgen, representada en las constelaciones de Virgo y Coma, para el comienzo de los planes salvíficos de Dios para el hombre y la existencia de un guardián fuerte (San José) que custodiaba a su Madre Virgen y al Deseado de las naciones ante el mundo. En definitiva, el Creador nacía en el seno de una familia normal de la Tierra y no de una madre soltera.