La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner afirmó hoy en Brasil que es necesaria la consolidación de un «frente social» para constituir una «nueva mayoría» que convenza a los que fueron «cooptados y confundidos», de cara a la organización de un nuevo espacio opositor.

«Frente a las políticas neoliberales se impone desde el campo nacional y popular una fuerte reflexión sobre cómo se reconstruye una nueva mayoría. Esto es para toda América Latina. No alcanza con figuras de los partidos políticos, hay que construir frentes sociales que incluyan a todos los agredidos por estas políticas», propuso la ex mandataria.

Fernández de Kirchner participó en San Pablo de una conferencia en el espacio de eventos Casa de Portugal junto con la ex presidenta Dilma Rousseff, además de haber realizado una visita al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien le obsequió una fotografía de la dirigente detenida Milagro Sala.

En la conferencia, al lado de Rousseff, la ex presidenta argentina tuvo apenas una frase sobre la discusión del impuesto a las ganancias trabada en el Congreso: «Hace un año se le dijo a la gente que nadie más iba a pagar impuesto a las ganancias, puedo hacer un listado de las promesas incumplidas, algunas agravadas, por eso tengo mucha confianza en nuestra vocación de articulación».

La ex mandataria convocó a la juventud, tanto brasileña como argentina, a buscar una salida programática a sus desafíos.

«Está muy bien resistir, pero además hay que organizarse y tener una estrategia clara que venga a modificar la relación de fuerzas para aquellos sectores de la sociedad que fueron cooptados, confundidos, y vuelvan a replantearse que más allá de las simpatías y prejuicios ideológicos y culturales nadie te puede convencer de comer una vez al día, que está bueno tener calor y no salir de vacaciones», declaró.

Fernández de Kirchner, al criticar la política económica del gobierno del presidente Mauricio Macri también afirmó que «la lluvia de dólares que esperaban no llegó».

«Algunos tenían la idea de que por no ser peronistas o por ser altos y rubios iban a llegar los dólares, pero necesitamos dólares para inversión productiva y no para especulación financiera. Se produjo la mayor transferencia a los sectores de la cúspide de la que se tenga memoria», sostuvo.

En ese marco, apuntó que «las políticas públicas están por encima del esfuerzo individual de los ciudadanos para lograr conquistas en la vida».

«La suerte en la vida no es la del esfuerzo individual, la suerte en la vida de cada uno de los que habita América del Sur depende de las políticas concretas que esos gobiernos llevan adelante.

Recordó que hace un año, el 9 de diciembre, fue despedida por la militancia en un acto antes de dejar el poder y deslizó que en los feriados durante su gestión «el paisaje urbano era otro, con las rutas llenas y la gente yendo a Miami o a alguna playita de Argentina o de Brasil».

Por su parte, Rousseff, destituida el 31 de agosto en un juicio político, advirtió sobre la posibilidad de un «golpe dentro del golpe», como llamó a una eventual caída del presidente Michel Temer, y la elección de un nuevo mandatario en forma indirecta, por el Congreso.

«Ellos subestimaron la crisis, creían que era una crisis apenas mía», dijo Rousseff, quien reveló que la distribución del ingreso lograda por su gobierno y el de Lula era un proyecto inicial para otra fase, interrumpida ahora, para la distribución de la riqueza.

«Hay que aumentar la recaudación ahora, tributar las fortunas y los dividendos. Si me preguntan por qué no lo hice, les digo. Porque en el Congreso no pasa y está demostrado», agregó Rousseff, quien reiteró que la crisis se superará con una elección directa.

También afirmó que existen en Brasil «medidas de excepción» al poner como ejemplo el fallo de la cámara de apelaciones que le permitió al juez de primera instancia Sergio Moro, del escándalo de Petrobras, tomar medidas que puedan afectar las reglas del código de procedimientos

Cristina Kirchner se reunió con Lula y Dilma