La Sedronar (organismo dependiente del Estado nacional) anunció a los trabajadores el  cierre definitivo del Centro Preventivo Local de Adicción (Cepla) “Juntos a la Par”, ubicado entre los barrios Toba e Industrial, en la zona norte de la ciudad. Allí se desempeñan hasta hoy 9 personas y pasan por semana unos 60 jóvenes,  muchos con graves problemas de consumo.

El cierre se da en el marco del ajuste que en algunas áreas (muchas de ellas vinculadas al trabajo y la asistencia social) estatales comenzó a aplicar el gobierno de Mauricio Macri desde su asunción.

En este caso, los Cepla fueron creados por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) en el año 2014 al calor de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 y de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes 26.061.

Según explicaron los profesionales que sostienen el lugar en un comunicado, allí se trabaja técnicamente desde la “prevención inespecífica”, haciendo hincapié “en la restitución de los derechos” a la salud, educación y la recreación.

“Esta es una institución de primer nivel, que trabaja con muchos jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad y consumo problemático en el mismo territorio. Lo que nosotros hacemos es estar en todo tipo de cuestiones, desde ayudar a algunos a tramitar el documento a acompañar a chicas que han sufrido situaciones de abuso”, explicó en diálogo con este medio Paola Barbero, vicedirectora del sitio.

El Cepla “Juntos a la Par” nació hace más de dos años y por allí pasan semanalmente más de 60 jóvenes de los barrios Toba e Industrial.

Entra tantas, una de las singularidades es que el local abre sus puertas en un horario (de 16:30 a 21:30) en el que no hay otras instituciones en el barrio que brinden talleres culturales, deportivos y de formación laboral, tarea que en este caso realizan estudiante y referentes sociales de la zona.

Según Barbero, durante este año las autoridades de la Sedronar no habían entregado certezas en torno a la modalidad de trabajo, pero siempre (al menos) garantizaron “de palabra” la continuidad del sitio.

“Pero a comienzo de este mes se nos comunicó que no se le dará continuidad el año próximo al trabajo. Esto implica el cierre de una institución donde los jóvenes puedan estar contenidos y se los pueda acompañar a construir un proyecto de vida alternativo al que les propone una sociedad que los ve peligrosos y les priva de tener acceso al trabajo, la salud y los transforma así en víctimas de la violencia institucional”, señaló.

De los nueve trabajadores del Cepla solo tres serían trasladados a una institución municipal de la zona sur. Mientras que a los otros 6 no se les garantizó aún la continuidad laboral, siendo diciembre el último mes de contrato.

Según expresa el comunicado de los trabajadores, el cierre también se da en un contexto muy complejo de Rosario.

Eso incluye la cruda realidad de los jóvenes en los barrios, la situación crítica en que se halla hoy la Dirección Provincial de la Niñez y la necesidad de políticas específicas para el abordaje del consumo de sustancias.

En tanto, la decisión se plasma luego de que Nación ya diera de baja la Casa Educativa Terapéutica (CET) de Granadero Baigorria, que también atendía a jóvenes con problemas de adicciones. Allí trabajaban 28 personas, quienes mencionaron tiempo atrás que esta institución fue una de la primeras de su estilo en el país.

Foto y fuente: El Ciudadano.com