Por Rosarito de Rappa

Desde el 10 de diciembre del 2015 a esta parte se inició un proceso de debacle como nunca habíamos visto en años. Aumento de la pobreza y la desocupación, un fuerte incremento en los impuestos y servicios, aumento en los alimentos, indumentaria, calzado, en fin en el costo de vida. Como si todo esto fuera poco, se eliminaron las retenciones por derecho de exportaciones para el trigo, el maíz, la carne y la mayoría de los productos industriales, se quitaron los impuestos a las mineras, acuerdo de pago con los fondos buitre, designación por decreto de dos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con una maniobra que a todas luces es inconstitucional, entre otras como el protocolo antipiquete acorde a la ideología represiva de las corporaciones y afines a la criminalización de la protesta.

En fin, medidas que generaron una estrepitosa recesión en muy poco tiempo es el resultado de las políticas neoliberales aplicadas por quien asumió la presidencia de la Nación hace ya casi un año. Pero que a pesar del fuerte impacto todavía no se siente con total intensidad gracias a “la pesada herencia” del gobierno anterior, a la cual hace referencia el flamante presidente, tratando de justificar con ese pobre discurso, que ya a esta altura ni los propios lo avalan, las terribles medidas que toma en beneficio de un pequeño grupúsculo y en perjuicio de las mayorías.

Hace tiempo me pregunto ¿cuál será la respuesta del actual gobierno para explicar tamaño descalabro en la economía. Ya que no resulta, a esta altura, convincente el pretexto de “la pesada herencia K”.

Bueno, desconozco quien fue el promotor de esta brillante idea, y creo que a esta altura ya ni siquiera importa, pero la respuesta fue “un retiro espiritual” en Chapadmalal para evaluar “lo hecho hasta ahora”, según sus propias palabras. Un cónclave entre presidente y ministros para, además “analizar las metas del próximo año”.

Antes de iniciar el “retiro espiritual” el presidente había calificado su gestión con un 8, y se jactó de que sólo le faltan 2 puntos para llegar a 10. En el medio, las declaraciones de algunos ministros jactándose de “haber hecho bien los deberes en inversión y comercio internacional”, entre otras cosas.

De todas las declaraciones que hicieron los ministros y el propio presidente, aunque se esfuerzan por tratar de engañarnos, ninguna es a favor de las grandes mayorías que sufrimos las consecuencias de las medidas de esta nueva gestión que lo único que hizo en este primer año fue beneficiar a los grandes grupos económicos y financieros, generar una fuga de capitales incontrolable y una deuda que tendrán que pagar hasta nuestros tataranietos o más.

Este grupo de empresarios, que no sabe nada de política y se sigue manejando como si fuesen una empresa privada, decidieron en medio de una  crisis económica que aún no se siente demasiado pero que existe y en cualquier momento va a estallar, tomarse un recreo, de los tantos que ya se tomaron para “madurar las decisiones que tomamos”, según las propias palabras del presidente.

En síntesis, parece que el presidente Mauricio Macri cree que la mayoría de los argentinos somos tontos y que posar en una foto con sus ministros al igual que un grupo de estudiantes secundarios en su viaje de egresados va a lograr la adhesión de quienes día a día reciben las consecuencias de sus decisiones, está equivocado. Aunque el blindaje mediático haga todo lo posible por cubrirlo, el termómetro de la sociedad está en el bolsillo, en el sueldo que no alcanza, en los impuestos y los alimentos que aumentan, en la cantidad de gente que se quedó sin trabajo, en los chicos que no tienen para comer. Eso es una olla a presión que cuando estalla, estalla.