Un doble atentado con bomba en un hotel de la ciudad afgana de Kandahar, situado junto a la residencia del gobernador de la provincia homónima, mató al menos a 11 personas, entre ellas el vicegobernador, dos parlamentarios afganos y cinco diplomáticos emiratíes.

El diputado Baz Muhammad Jawzjani y el senador Sarajuddin Safari, ambos fallecidos, formaban parte de la delegación oficial y «desafortunadamente» se encontraban en el complejo de oficinas del gobernador provincial cuando tuvo lugar el ataque, informó el parlamentario afgano Abdul Qader Zazai, citado por la agencia de noticias EFE.

Otro de los fallecidos fue el vicegobernador de Kandahar, Abdul Ali Shamsi, quien murió en el hospital por «las graves heridas», informó en la red social Facebook una portavoz del Gobierno local, Munera Yousufzada.

La cancillería afgana confirmó, por su parte, que uno de sus diplomáticos destinados en Washington, Yama Quraishi, también falleció por el ataque con bomba en la oficina donde tenía lugar una reunión de alto nivel.

A la muerte de estos cuatro altos funcionarios se sumó la de cinco diplomáticos de Emiratos Árabes Unidos también presentes en la reunión con el gobernador de Kandahar, Homayoon Aziz, que figura entre los 12 heridos en el ataque, al igual que el embajador emiratí en Kabul, Juma Mohammed Abdullah Al Kaabi.

La cancillería condenó el ataque y subrayó que este tipo de acciones van en contra «de los principios islámicos y las convenciones diplomáticas» internacionales.

El ataque en Kandahar se produjo un día después de un doble atentado suicida en las inmediaciones del Parlamento afgano en Kabul, una acción reivindicada por los talibanes cuyo número de víctimas ascendió a 37 hoy, además de 80 heridos.

Los talibanes, que reivindicaron los atentados de ayer, se desvincularon del atentado de Kandahar.

El portavoz talibán Qari Yusuf Ahmadi aseguró hoy en un comunicado que el ataque en la casa del gobernador provincial se debió «a disputas internas del enemigo» y «no tiene nada que ver» con ellos.