Por José Odisio

El proyecto. Una forma habitual para intentar darle relevancia al inicio de una nueva etapa. Y eso sucederá desde este lunes cuando Martín Mackey ponga en funcionamiento su plan de trabajo tan promocionado.

Mackey ya demostró que su método funciona. Lo hizo en un club amateur como Duendes o a un nivel más alto con Los Pumas. Incluso estuvo con el equipo que trabajó con Alemania de cara al Mundial de Brasil. Pero esto es distinto. Es fútbol argentino, con otra idiosincrasia, con necesidad de resultados inmediatos y donde los protagonistas (tecnicos, jugadores, dirigentes) no siempre aceptan órdenes o reglas distintas.

Entonces, Mackey necesitará primero del respaldo de la dirigencia que lo puso en la campaña electoral como un as de espada. También deberá convencer a técnicos y jugadores, con la palabra primero y con el trabajo luego. Y resultados, obvio.

Por ahora arranca en inferiores. Donde puede tener mayor aceptación, más allá de que hubo chispazos. Y para trasladar el proyecto hacia arriba, necesitará resultados. La promesa es tener jugadores preparados para la primera física, futbolística y mentalmente. Y si lo logra, tal vez los más grandes acepten el método. Pero no será fácil.

Una vez más en Newells se habla del proyecto. Pero esta vez no se puede esperar 6 años como con Theiler y después darse cuenta que no funcionó. La economía obliga a resultados cercanos. Y Mackey deberá entregarlos para sostener una idea que tal vez le permita a Newells ser un modelo del fútbol argentino.