El presidente de la Federación de Entidades de Combustibles, Juan Carlos Basílico, advirtió hoy que la «mínima recuperación» lograda por las estaciones de servicio en los últimos meses, «volverá a desplomarse» con el  aumento de esta semana.

«En los últimos meses la demanda se fue recuperando, si bien no alcanzó los niveles de 2015. Pero ni bien suban los precios, la mínima recuperación se desplomará nuevamente», enfatizó el dirigente.

El incremento en los combustibles será de 8% promedio y alcanzará a todas las marcas, de manera que el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires en las estaciones de YPFpasaría a costar $ 18,44.

Con los nuevos precios llenar un tanque de 50 litros costará unos $ 920. La premium excederá los $20, mientras la más cara, la V-Power de Shell, llegará a $21,50.

Basílico explicó que las estaciones de servicio que sufren más el impacto del ajuste de precios «son las que venden hasta 100 mil litros por mes, cuyo único margen de rentabilidad está basado en el volumen. Por eso, por mínima que sea, las consecuencias sobre esos establecimientos son demoledoras».

«Es que cada vez que se efectiviza una suba de precios al surtidor, los clientes retraen su demanda 9% promedio, de acuerdo con el tamaño de la expendedora y la zona del país», señaló el directivo al portal especializado Surtidores.

Además, resaltó que «los combustibles líquidos de la  Argentina son los más caros de la región, debido a la enorme cantidad de impuestos que se cargan sobre el producto. Siempre que en el resto del mundo baja el crudo, en nuestro  país jamás se reducen los costos del combustible».

Puntualizó que los expendedores de combustibles obtienen «solo 5% de ganancia por litro vendido, lo cual le impide subsistir. No queremos que haya más estaciones de servicio cerradas, ante la indiferencia de las autoridades».

 

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