En un reciente informe bajo el título “Desigualdad: Un cambio con ganadores y perdedores”, el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) analiza qué sectores del país fueron los más beneficiados por la economía del gobierno de Mauricio Macri, y cuáles los más perjudicados, todos en el año 2016.

De la lectura de ese informe se desprende que fueron cuatro los sectores que aumentaron su rentabilidad: el agropecuario, los bancos, las compañías eléctricas y las mineras y, a pesar del discurso oficial, esas subas en las ganancias no tuvieron su contrapartida de “derrame” hacia el resto de la sociedad.

Como se sabe, las empresas no contrataron nuevo personal y despidieron parte de la plantilla. Los trabajadores que conservaron el empleo recibieron en promedio subas salariales del 30 por ciento, cuando la inflación superó el 40.

Las dos actividades más perjudicadas fueron la industria manufacturera y la construcción, aunque no fueron los únicos sectores que perdieron protagonismo en la economía el último año.

Otros rubros

El informe del Cepa también abarca a otras actividades, como el transporte y las comunicaciones, que pasaron de representar el 6,8 por ciento del valor agregado bruto en 2015, al 6,7 por ciento en 2016, con una baja de 0,1 puntos porcentuales. En hoteles y restaurantes, la evolución fue de 2,6 a 2,5 por ciento, una contracción de 0,1 puntos porcentuales, mientras los guarismos en el comercio minorista fueron de 14,6 a 14,2 (-0,4). Estos sectores registraron un fuerte impacto por el retroceso de del consumo en los últimos meses.

Luego analiza que los hoteles y restaurantes son de las actividades que suelen anotar las mayores dificultades para mantener el volumen de negocios cuando se registra recesión en el mercado interno. Sectores de ingresos fijos (asalariados y jubilados, principalmente) recortan gastos en turismo y gastronomía fuera del hogar, con el objetivo de mantener el nivel de consumo en los productos de la canasta básica. No obstante, ante distorsiones de precios agudas, como la del 2016, cuando se registró la inflación más elevada para los últimos 25 años, también se potencian los problemas para sostener las ventas de productos de consumo masivo. Esto explica la baja en el comercio minorista y, en particular, en el consumo de algunos productos claves como la carne y la leche a lo largo del año pasado.

Sector minorista

Por su parte, y en cuanto a la caja de la demanda en el sector minorista, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) informó sobre el retroceso de las cantidades consumidas del 7 por ciento en 2016, en relación con el 2015. El informe destacó las bajas del 2,6 por ciento en alimentos y bebidas, del 7,8 por ciento en indumentaria, del 6,1 en calzado y del 5,5 en juguetería. Otro rubro con importante contracción fue el de electrodomésticos y electrónicos, con un retroceso del 14,1 por ciento interanual.