Por Aldo Battisacco

La entrevista con Ricardo Peidro, secretario general del gremio que agrupa a los trabajadores a los que se los conoce como «visitadores médicos», arrancó hablando sobre el conflicto que se había suscitado con los laboratorios en la negociación paritaria. A poco de iniciar la charla, salieron a la luz los planteos que reivindican como derechos los agentes de propaganda médica. El titular del gremio denunció que “la patronal condiciona el porcentaje de aumento salarial que los trabajadores renunciemos a derechos adquiridos. Pretenden que seamos cómplices de la violación de leyes que regulan la promoción del medicamento y nuestra actividad y aceptemos que el personal jerárquico, que tiene la matrícula suspendida por esa normativa, ingrese a los consultorios con el objetivo de realizar una promoción de medicamentos que no vaya por carriles éticos y científicos, y que se base en incentivos y hasta en coimas (por las cuales fueron castigados con multas millonarias en distintas partes del mundo). Es decir, nos aprietan para intentar convertirnos en cómplices de la violación de leyes vigentes».

En diálogo con Conclusión, Peidro señaló que «desde hace tiempo el gremio ha hecho denuncias, incluso en audiencias públicas en la cámara de Diputados, en las que se defendió nuestra profesión, la promoción ética de medicamentos” y señaló que “no se facilitará que se violen leyes profesionales de los agentes de propaganda médica, para defender no solamente nuestro trabajo sino la salud colectiva».

El 19 de diciembre se realizó un plenario de Secretarios Generales y Delegados en cual la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) de la República Argentina en el cual se declaró en asamblea permanente en cada laboratorio o lugar en que se reúnan los trabajadores que se desempeñan como agentes propaganda médica en los laboratorios.

Poco antes, el 16 de diciembre, se llevó a cabo una reunión paritaria en el Ministerio de Trabajo en la que no hubo acuerdo. El gremialista señaló en relación a este tema que «las cámaras empresarias plantearon que se renuncie a las leyes de profesionalidad, por lo tanto la Asociación Agentes de Propaganda Médica, conjuntamente con los sindicatos que integran la Federación Argentina de Agentes de Propaganda Medica continuaremos y recrudeceremos las medidas de fuerza gremial».

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Y añadió: «El ministerio de Trabajo, que tuvo siempre una actitud pasiva, tomó partido por la industria farmacéutica en la última reunión paritaria dictando una conciliación obligatoria que no obliga a nada a la patronal y sí a que el sector gremial no realice medidas de fuerza».

—¿De qué manera se defenderán frente a estos atropellos, en el que se privilegió el lucro por encima de la salud de la población?

—Hay leyes que nosotros promovimos en todo el país tanto en las legislaturas provinciales como en la ciudad autónoma de Buenos Aires, en las que los agentes matriculados tenemos prohibido realizar promoción de medicamentos que no vayan por carriles éticos científicos, eso es lo que más les molesta a los laboratorios, los agentes de propaganda médica no pueden en la práctica llevar un incentivo a un médico para que recete un producto, porque nos quitan la matrícula si hay una denuncia. Por lo tanto las leyes establecen que cuando a una persona la ascienden a personal jerárquico le suspenden la matrícula, ya que cuando alguien es ascendido en un laboratorio, la condición es que debe responder absolutamente a las políticas comerciales y de marketing de la empresa. De ahí que cuando despiden a un jerárquico hay plus indemnizatorio que paga el silencio».

—¿Qué hicieron desde el gremio?

—Entre las últimas denuncias que hemos hecho, una de ellas indica que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se aprobó una ley que permite el blanqueo de la coima en la ciudad. La ley tiene cuatro artículos, en los fundamentos califica las prácticas que hacen los laboratorios en cuanto a incentivos o pagos por receta como espurias, pero a pesar de ello en el articulado las legaliza con la sola condición de que se publiquen.Y esto es contrario al cuidado que merece la salud pública, porque no se hacen leyes para que los medicamentos estén al servicio de la población.
Esto es harto conocido en el mundo, hay laboratorios que pagan multas de millones de dólares por incentivar. Es más, hay multinacionales que tuvieron que sacar códigos de ética, pero no siempre se cumplen. Por otro lado, estamos llevando un plan de lucha desde hace muchos meses para lograr la firma de paritarias y que no avancen sobre nuestros derechos.

—¿Y qué pasa en Argentina?

—En línea con esto, para acordar porcentajes a nosotros nos exigen renunciar a nuestros derechos -que están consagrados en las leyes que regulan nuestra actividad-, es decir, nos exigen ser cómplices para que los laboratorios violen las leyes. Y por otro lado, nos piden que renunciemos a la representación gremial -que los vuelve locos- porque es en el único lugar del mundo en el que estamos sindicalizados. Quieren que le firmemos que bajaremos la presencia sindical en todo el país. Nosotros tenemos delegados en todos los laboratorios en los internacionales y nacionales, pero también tenemos delegados en los centros de salud. Y pretenden que renunciemos a tener esta presencia gremial. Es un operativo muy fuerte, a la industria farmacéutica nadie le pone límites y les molesta que los trabajadores lo hagamos.

—¿Qué hizo el ministerio de Trabajo?

—Actuó como un paritario más, solo que en favor de la industria farmacéutica, e increíblemente se anticiparon a lanzar una conciliación obligatoria sobre una medida, lo que constituye toda una novedad procedimental que apuntó a que la última semana del año no hubiera conflictos. Fue rechazada por el gremio,por lo que estuvimos en asamblea permanente para defender nuestros derechos.

—¿Les piden asociarse para ignorar la ley?

—Exactamente, piden que violemos la ley, que aceptemos la extorsión sobre los trabajadores, que reduzcamos la presencia sindical y que seamos cómplices de esa violación de las leyes.