El secretario de Lechería provincial, Pedro Morini, aseguró que la empresa láctea Sancor “necesita una reestructuración”, y no descartó que en el sector se produzcan ajustes a causa de la falta de abastecimiento de materia prima producto de la crisis hídrica.

Por su parte, la cooperativa láctea Sancor expresó que el sector atraviesa la peor crisis de su historia y admitió que «nosotros no somos ajenos a eso».

Lo hizo a través de un comunicado y luego de las fuertes lluvias que inundaron la cuenca lechera santafesina y que dejaron al borde del colapso a gran cantidad de tambos.
La compañía reconoció que su capacidad productiva y su desempeño económico también se vieron afectados, lo que se sumó a la coyuntura de los últimos años.

El breve comunicado se da a conocer justamente en momentos en que desde el sector sindical se difundió una carta dirigida al presidente de la cooperativa, Gustavo Ferrero, a quien se lo acusó de encabezar una administración que «jamás tuvo la profesionalidad necesaria para asegurar rumbos claros».

Así, apenas a seis meses de la venta de su línea de yogures y postres al grupo Vicentín como parte de una operación para sanear sus cuentas y salir de una larga crisis estructural, la empresa disparó el alerta de la Asociación de Trabajadores de la Lechería de la República Argentina, que le venía reclamando completar la paritaria del año pasado con un aumento acumulado del 49 por ciento más un bono de fin de año.

Morini contextualizó la crisis de Sancor en la actual caída de la producción de leche respecto de 2015 de 3 millones de litros diarios en la provincia, lo cual lleva a las lácteas a «soportar personal ocioso», teniendo en cuenta que «más o menos una empresa medianamente eficiente tiene un empleado para 2 mil litros», señaló.

Superar la situación «va a ser más duro que lo que fue abril», vaticinó, y recordó que el departamento Castellanos «tiene hasta el 80 por ciento bajo agua, que se está retirando pero el daño queda».