Se echó a rodar la segunda luna del festival y la apertura estuvo a cargo del eximio violinista Néstor Garnica. El músico demostró porqué es uno de los músicos más relevantes del género folclórico, su despliegue artístico, sin un solo bache, encendió los primeros aplausos del público.
El santiagueño agradeció al festival y mando saludos especiales a su madre que estaba en la platea y a sus hijos que lo seguían por la Tv Pública.
“Los Cuatro de Córdoba” fueron la segunda propuesta de la noche. Haciendo valer la localía, se ganaron un bis del público que celebró sus temas autorreferenciales de lugares y espacios de la ciudad de Córdoba.
En tercer lugar, llegó el cantante mendocino Carlos Méndez, muy bien recibido por la plaza, con un homenaje al gran cantor y compositor uruguayo Alfredo Zitarroza.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue la presencia de Rubén Patagonia y Tomás Lipan con su espectáculo, “Pachamapu”, si bien fue de una gran calidad artística con un claro mensaje en defensa de los pueblos originarios faltó el encuentro musical entre ambos referentes, cada uno cantó sus temas de forma individual.
Polo Román fue otro de los destacados de la noche, con un sonido puramente Chachalero volvieron a la plaza los temas consagratorios del cuarteto salteño; por momentos si se tomaba la tarea de cerrar los ojos podía escucharse al ya disuelto conjunto. Como en una remake de esos tiempos el público disfrutó sin quejas de la propuesta versionada del querido grupo histórico.
Por Diego Montejo (enviado especial)
Fotos: Gentileza Alejandro Rodríguez
