Por Pablo Martínez

El pato es un deporte tradicional de la Argentina que no pierde vigencia y se sigue disputando en los diferentes puntos cardinales del país. Desde el siglo XVII y hasta la actualidad, la actividad hípica representa la raíces criollas por excelencia.

La disciplina hípica tiene 400 años de historia, practicado con popularidad y también prohibido, hasta su posterior reconocimiento nacional.

Conclusión dialogó con un entendido en la materia, Fernando Pascual, referente en la región en la práctica y enseñanza de este deporte. «Se juega con una pelota de cuero con 6 asas, donde el jugador debe juntarla del piso siempre con el caballo de galope o a todo galope. Cada equipo cuenta con 4 jugadores, con una montura que es un lomillo patero, para poder desprenderse», expresó.

«En el pato las reglas son muchas, pero las mayorías de las faltas se cobran de jugadas peligrosas para proteger al jinete», afirmó Pascual. Y agregó: «Es un juego de mucha velocidad, ya que el jinete puede llevar el pato de arco a arco mientras no le tomen el mismo, produciendo una cinchada y gana quien se quede con el pato».

«Cinchada es la juga20032015114207da donde un jugador ataca y otro le toma el pato y luchan hasta que uno se la quite al otro. Los arcos son un aro de aproximadamente un metro, con un palo que lo sostiene de dos metros», concluyó el entendido en el deporte.

Fernando Pascual también hizo un poco de historia: «El pato se jugaba salvajemente y Rosas lo prohibió, pero pasado el tiempo se empezó a jugar con reglas y en 1953, Juan Domingo Perón lo declaró deporte nacional, mediante un decreto».

A la hora de analizar la actualidad del deporte hípico, Pascual señaló: «Se juega en casi todo el país se empezó a desarrollar mayormente en Buenos Aires, especialmente en Campo de Mayo, con jugadores muy buenos».

Con respecto al desarrollo de la disciplina en la región, el organizador de torneos en Los Cipreses afirmó: «Hasta hace unos años, teníamos el campo de pato en el Ombú (Arroyo Seco), donde contábamos con muchos jugadores. Hoy tenemos un gran equipo en Armstrong, con los hermanos Daneluci y en Venado Tuerto con muchos jugadores».