Por José Odisio

No hay plata para otro nueve. La economía leprosa no es brillante y Diego Osella priorizó cubrir el lateral derecho y la zona de volantes, y la alternativa de un atacante se fue diluyendo cuando desde la tesorería dijeron «basta».

Sin Matos (tampoco jugó mucho), el entrenador hoy cuenta sólo con Nacho Scocco como nueve de área y por eso necesitará tenerlo en su mejor versión física y futbolística si pretende que la Lepra siga prendido arriba.

Nacho ya demostró que puede ser el mismo de 2013. Esa fue una gran noticia para Osella y los hinchas. Y además está convencido de quedarse, más allá del enojo por los salarios atrasados. Esta vez no hubo histerisqueo de River como en los últimos mercados de pases y el propio delantero manifestó su deseo de terminar su carrera en el Parque.

El problema es si Scocco se lesiona, algo que fue habitual en los últimos torneos. Primero fueron desgarros por una preparación física no adecuada y el pasado semestre un tema en el ciático que incluso hizo pensar en operarlo.

Y si Scocco no está, arrancarán los dolores de cabeza. Seguramente la primera opción del DT será improvisar a Joel Amoroso, Maximiliano Rodríguez o Eugenio Isnaldo. Ninguno es nueve, está claro, pero son las alternativas que hay a mano.

Y detrás aparece el juvenil Matías Tissera. En este caso Osella no tiene opción, es el nueve de la reserva y el único que por su naturaleza puede cubrir el puesto. Pero el pibe deberá ganarse un lugar en el banco en el día a día. Nadie le va a regalar nada. Deberá convencer al técnico que es una opción válida. Si lo logra, tal vez Osella empiece a ver que en las inferiores hay recambio. Sino, habrá que prenderle velas a Nacho. Y rezar.