El budismo es un sendero que implica una transformación hacia la meta espiritual del despertar o la iluminación. Sin embargo, nadie nace budista sino que el individuo llega a un punto en el cual tiene una convicción suficiente para comprometerse a este sendero. No obstante, este compromiso no es el final, sino el principio de todo un proceso de transformación, o conversión, hacia este mismo ideal.