Por Andrea San Esteban

Resulta preocupante el detrimento de las cuentas públicas en los últimos 12 meses y a pesar de ello la continuidad de políticas que fueron denostadas antes de asumir la presidencia Mauricio Macri. Conclusión tuvo acceso al estudio de la Fundación de Investigaciones Económicas para la Argentina Moderna (FIEPAM) sobre el balance presentado por el Banco Central de la República Argentina desde el período 31/12/2015-31/12/2016. El mismo está resumido en los siguientes puntos:

¿Qué es el patrimonio neto y cuál es su estado?

El patrimonio neto del Banco Central de la República Argentina (es decir, la diferencia entre los activos y las deudas) medido tanto en pesos como en dólares ha disminuido durante el año 2016. Si bien la devaluación realizada a fines del 2015 ha aumentado el valor de las reservas en pesos, a fines de 2016 el patrimonio neto de la entidad disminuyó en 42.723 millones de pesos, un 24,09% y medido en dólares en U$S 5.148 millones. Una disminución del orden del 37,74% en solo un año. Situación que enciende las señales de alarma.

Reservas

Las reservas internacionales han tenido un crecimiento importante, hasta alcanzar los 38.000 millones de dólares, pero dicha magnitud de aumento prácticamente se iguala con la mayor contracción de deuda a través de los títulos emitidos por la entidad, mediante las denominadas Lebacs. Debe hacerse mención que las Lebacs hasta el mes de noviembre tenían un crecimiento superior a las reservas que ha menguado por los efectos de los ingresos producidos por el blanqueo. Ha sido intención de las autoridades monetarias disminuir el stock de deuda antes de que se torne inmanejable.

Activos

Los denominados activos interestatales han tenido un crecimiento a pesar de las críticas que esa política implementada por el gobierno anterior había sufrido por los principales referentes económicos de la actual administración. Así los títulos públicos en poder del BCRA crecieron en 230.591 millones de pesos, un 26% en relación a las tenencias a fines del 2015. Por su parte, los Adelantos Transitorios a la Tesorería crecieron en más de 50.380 millones de pesos, un 15% más comparados con la administración anterior. Llama la atención dado la vocación de la actual administración en financiar el déficit fiscal mediante la contracción de deuda externa que, sin embargo, también se ha hecho uso del recurso de acrecentar el endeudamiento de la Tesorería del Gobierno Central con el BCRA. Las reservas internacionales, si bien han crecido durante el año, sólo cubren el 26% de la totalidad de los pasivos del Banco Central.

Inflación

La base monetaria creció un 31 por ciento con respecto al año 2015, guarismo inferior a la inflación estimada en 41por ciento, ello obedece a una decisión implementada por las autoridades del Banco, que para frenar el crecimiento de la inflación instrumentóla política monetaria de secar la plaza de fondos, produciendo escasez de efectivo, con la consecuente alza en la tasa de interés y caída del consumo de los sectores más vulnerables.

Dólar

El coeficiente entre base monetaria vs. reservas internacionales arroja un valor de 1.3368 pesos, que significa que por cada dólar en reserva circulan 1.3368 pesos. El cuestionado índice de convertibilidad peso/dólar arroja un valor cercano a $21 por cada dólar.

Deterioro patrimonial

Los pasivos de la entidad aumentaron en 783.809 millones de pesos, un 44 por ciento, guarismo superior a la inflación y al crecimiento de todos los activos.

Medido el patrimonio neto contra el activo arroja un resultado de 5.53 por ciento, es decir, que solo el 5 por ciento de los bienes de la entidad, verdaderamente le pertenecen, el resto debe cubrir las deudas contraídas. Ese guarismo el año anterior arrojaba un porcentaje del 9.81 por ciento. El deterioro en el valor patrimonial de la entidad queda así explícito.

Rescate

Se ha anunciado que la tesorería saldrá al rescate del BCRA (Ámbito Financiero del 16/01/17) mediante la cancelación de Lebacs en poder de los bancos privados y su sustitución por Letras de Tesorería (Letes), cuyo rendimiento no podrá ser inferior a 5 puntos básicos superiores al actual rendimiento de las obligaciones del Central, lo que llevaría la tasa al 29 por ciento, coherente con la paridad teórica, peso/dólar de $21. El incremento de la tasa fijaría un nuevo piso para el mercado, incrementando la recesión, el endeudamiento de las empresas locales y familias, y el deterioro en la salud de millones de argentinos que padecen la actual situación económica.