Mientras la situación climática comenzaba a normalizarse en las zonas inundadas del sur santafesino, en una de las localidades más castigadas, Arroyo Seco, las autoridades señalabas que alrededor de mil familias habían «perdido todo».

La situación de desastre fue descrita por el secretario de Desarrollo local, Martín Livolti, quien aseguró que «esas mil familias han perdido su televisor, heladeras, muebles y el trabajo de toda una vida. Incluso se han arruinado automóviles tapados por el agua».

Con el mejoramiento del clima, la cantidad de evacuados se redujo a 200 de los 300 a los que se había llegado, pero la situación sigue siendo complicada.

«Hemos estado trabajando con Protección Civil de la provincia, coordinando las tareas y realizando relevamientos puntuales. Ayer recorríamos y asistíamos en los barrios con productos de limpieza, alimentación y colchones que llegaron de la provincia», informó en la mañana de este martes Livolti en declaraciones a la radio LT3.

El funcionario señaló que se contaba con información que indicaba que cayeron 410 milímetros de agua en zonas rurales en apenas unas siete horas, por lo que concluyó que las obras hidráulicas realizadas en la zona pudieron haber aliviado la situación, aunque concluyó que «las obras podrían haber aliviado, pero no hay obra que resista esa cantidad de agua en tan poco tiempo».

Por otro lado, también apuntó a la responsabilidad del sector rural al remarcar que «el modelo sojero ha venido compactando la tierra y acercando las napas a la superficie».

En ese sentido, pidió «analizar el tema de los suelos rurales, porque estamos padeciendo el modelo productivo sojero, que ha venido arrasando y compactando la tierra, acercando las napas de agua muy cerca de la superficie, que antes estaban a 10 metros y hoy a menos de un metro».