Cuatro personas murieron y otras siete están desaparecidas en la zona central de Chile por un fuerte temporal que provocó aludes de barro y el desborde de ríos, informaron hoy las autoridades.

Tres de los fallecidos fueron arrastrados por el aumento del caudal de agua de un estero cerca de la ciudad de Los Andes, en la región de Valparaíso, según un cable de EFE.

En San Fernando, en la región de O’Higgins, una menor de 12 años murió el sábado cuando el vehículo en el que se desplazaba junto a su familia fue arrastrado por un alud de barro.

La emergencia se extiende a la zona de San José de Maipo, un sector montañoso cercano a Santiago, donde unas 1.200 personas permanecen aisladas debido a los deslizamientos de tierra causados por las intensas lluvias que cayeron desde el sábado.

Y en Santiago, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), que depende del Ministerio del Interior, anunció el corte de agua potable en 31 barrios de la ciudad, una medida que afectará a casi 1,5 millones de viviendas.

Las precipitaciones en zonas montañosas cerca de la capital provocaron el desprendimiento de piedras y lodo al río Maipo, lo que generó niveles extremos de turbiedad en el agua que se usa para el suministro en muchas partes de Santiago.

Sin agua

Más de 1,4 millones de hogares de Santiago estaban afectados este domingo por un corte de agua producto de fuertes lluvias en tres regiones del centro de Chile que dejaron cuatro muertos y siete desaparecidos, informaron las autoridades.

Las fuertes lluvias, que comenzaron el sábado, provocaron deslizamientos de tierra y escombros que cayeron sobre el río Maipo, que abastece a la gran mayoría de Santiago, lo que causó
gran turbiedad en sus aguas y llevó a las autoridades a interrumpir el servicio.

«Estamos hablando de 1.450.000 hogares que van a estar afectados por este corte de agua que a partir de las 08H00 de la mañana (11H00 GMT) será total o parcial en 30 comunas» de Santiago, declaró Orrego en una conferencia de prensa.

El corte afecta a más de 60% de la población de la capital chilena, de unos 6,5 millones de habitantes. Muchos salieron a las calles con baldes y ollas para recolectar agua en uno de los 60 puntos de abastecimiento que dispuso la autoridad regional para paliar la situación.

«Yo me acosté a la medianoche y no se sabía nada. Me levanté y ya no tenía agua, por eso tuve que salir a buscar para abastecer mi casa», dijo uno de los afectados al canal estatal de noticias
24 horas.

Los supermercados se llenaron de personas que arrancaron las botellas y botellones de agua desde los anaqueles para asegurarse su provisión ya que la restitución del servicio es un misterio.

«Cuándo se va a reponer el agua potable, no lo sabemos todavía. Mientras no baje la turbiedad del río Maipo no podemos garantizar el restablecimiento del servicio», afirmó Orrego.

Las autoridades indicaron que los locales comerciales y restaurantes que no cuenten con agua potable deben mantenerse cerrados, mientras que los colegios de Santiago deberán cancelar el inicio de clases previsto para el lunes.

La Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (Onemi) confirmó la muerte de cuatro personas, siete desaparecidos y más de 3.300 personas aisladas.