La marcha del 7 de marzo de la CGT incluirá, en los hechos, un paro parcial focalizado por ahora en los gremios industriales. La decisión creció entre los dirigentes de esos sectores en los últimos días y se fortaleció con la resolución adoptada ayer por un núcleo de sindicatos disidentes de la central obrera que resolvió acompañar la protesta con un cese de actividades desde el mediodía. La paralización de las actividades tiene como protagonistas provisorios a los metalúrgicos de la UOM, los mecánicos del Smata y gremios del calzado, curtidores, cuero y gráficos, entre otros.

La principal tarea del triunvirato de líderes de la CGT, integrado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, fue en los últimos días darle volumen a la movilización pautada para la tarde del 7 de marzo con inicio en la intersección de Belgrano y la avenida 9 de Julio y destino final en el Ministerio de la Producción. Así, la central sindical se aseguró la participación de movimientos sociales, dirigentes de partidos políticos como el Frente para la Victoria, el Frente Renovador y el Socialismo, las dos versiones de la CTA, entidades de pequeños y medianos empresarios y organizaciones barriales, entre otros adherentes.

La novedad, sin embargo, es la transformación de la protesta en una huelga parcial en los hechos, alentada por la UOM en su condición de sindicato más golpeado por los despidos, las suspensiones y la apertura de las importaciones de productos tecnológicos y del hogar. Ayer fue clave la determinación del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), un sello que orienta el taxista Omar Viviani, de promover la adhesión de sus gremios industriales a la medida de fuerza a través de un cese de actividades. Aunque no participarán de la marcha los sindicatos Smata, del tabaco y de curtidores, entre otros, abandonarán sus tareas a partir del mediodía en lo que constituye un paro de facto.

De ese modo la protesta se sentirá en pequeños establecimientos industriales y en grandes fábricas, así como en las terminales automotrices (Volkswagen, Ford, General Motors y Toyota, representadas por Smata, y Peugeot, cuyos afiliados reportan a UOM), concesionarios de vehículos y talleres mecánicos, curtiembres y otras plantas fabriles. En la CGT no descartaban anoche que con el correr de los días la medida se extendiera a otras actividades aunque con la excepción, hasta ahora, de los sindicatos del transporte, resueltos a prestar tareas durante toda jornada.