Este lunes, pasadas las nueve, con un gran despliegue de seguridad, comenzó el segundo juicio oral y público por el crimen de Roberto «Pimpi» Caminos, ocurrido en 2010, por quien ya fueron condenados sus ejecutores. Ahora le toca el turno a Diego «Panadero» Ochoa, sindicado como el instigador del crimen de quien fuera su antecesor como jefe del paraavalanchas del club rojinegro.

Rodeado de una fuerte custodia policial, Ochoa llegó a los Tribunales Provinciales de Rosario para hacer frente a los cargos por instigación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

En el tribunal, presidido por los jueces Edgardo Fertitta (presidente), Marisol Usandizaga y Julio Kesuani, el fiscal Luis Schiappa Pietra procurará obtener condena para el delito, al que le corresponde una pena mínima de 10 años y 8 meses.

La defensa está en manos de Ignacio Carbone que, en diálogo con la prensa, criticó a la Fiscalía y los acusó de ser «poco serios» por presentar como testigo estrella a Sergio «Quemado» Rodríguez, condenado por el triple Crimen de Villa Moreno. «Es una persona que públicamente dijo ser enemigo de mi cliente», señaló Carbone.

La causa está inscripta en el antiguo sistema penal, y le hubiera correspondido un juicio escrito, pero tanto el acusado como su defensor solicitaron que se juzgara en audiencia oral y pública.

Roberto «Pimpi» Caminos fue asesinado el 19 de marzo de 2010 frente a un bar ubicado en Zeballos y Servando Bayo. Por el homicidio fueron condenados en 2011 René Ungaro a 17 años de prisión por ser considerado el autor penalmente responsable y  Carlos «Betito» Godoy a 11 años como partícipe primario del hecho. Tiempo después, en 2013, también fue condenado Emanuel Díaz Suárez, quien había sido absuelto en primera instancia, pero que recibió seis años de cárcel cuando el tribunal revisó la causa.