Por Aldo Battisacco y Candelaria De La Cruz (enviados especiales) – Fotos y videos: Salvador Hamoui (enviado especial)

Una multitud de trabajadores metalúrgicos se congregó bajo una intensa lluvia para manifestarse en las puertas del ministerio de Trabajo  de la Nación, en protesta por los despidos y en rechazo a la apertura de las importaciones.

Con fuerte presencia sindical rosarina, trabajadores de distintos puntos del país se concentraron apenas pasadas las 14 en la Plaza de los Dos Congresos para luego movilizarse hacia la cartera de Trabajo, en Callao 114.

Los despidos en Banghó fueron uno de los principales motivos de la protesta, que se realizó en coincidencia con la finalización de la conciliación obligatoria en la empresa informática, que despidió a 183 empleados.

Los manifestantes metalúrgicos arribaron al lugar, donde se preparó un escenario para los oradores, en una columna que acompañaron Sergio Palazzo, líder de la Asociación Bancaria, Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, y Antonio Caló, secretario general de la UOM, entre otros dirigentes gremiales.

La UOM reclamó la suspensión de la medida oficial de eliminar los aranceles del 35 por ciento para los productos importados en el sector informático.

«Nos manifestamos porque estamos preocupados por la pérdida de puestos de trabajo y queremos llamarle la atención al Gobierno que con la libre importación no se soluciona el problema porque cada producto que entra es un puesto de trabajo menos», sostuvo el secretario general del gremio, Antonio Caló, en diálogo con Conclusión.

“Nosotros el 7 de marzo acompañaremos la marcha de la CGT y vamos a seguir movilizados hasta que no se solucione la situación”, agregó el dirigente sindical.

«Le venimos advirtiendo al Gobierno qué iba a pasar con los aranceles.  Ni la UOM, ni la empresa pueden hacer nada. El gobierno es el único que puede revertir esto», agregó a su turno Emiliano Gallo, secretario general de la UOM Vicente López.

Por su parte, el dirigente metalúrgico Francisco «Barba» Gutierrez, destacó que el objetivo de la marcha es “defender el trabajo argentino”.

“La planta Banghó nos lleva a discutir la industria informática en nuestro país. La tenemos que defender para poder garantizar el desarrollo del país. Estamos discutiendo que queremos un país con procesos productivos nacionales. No aceptamos que Argentina sea un país importador porque eso es un trabajo para pocos. El presidente con estas políticas pretende cerrar fábricas, y todos los días quedan compañeros en la calle. Hacen un simulacro de buenos modales, pero queremos soluciones concretas en las mesas de negociaciones. Dijeron que iban a pagar un bono de 2 mil pesos y nunca lo abonaron”, puntualizó.

Hubo acuerdo entre Banghó y la UOM

Los directivos de Banghó y los gremialistas de la UOM acordaron hoy que los 283 despedidos de la empresa tecnológica pasarán a ser considerados suspendidos y cobrarán el 70 por ciento del salario, tras reunirse con funcionarios de los ministerios de Trabajo y de Producción en la sede porteña de Callo 114.

Al salir de la reunión, el titular del sindicato metalúrgico Antonio Caló habló ante cientos de trabajadores que colmaron la zona de Congreso y apuntó contra el gobierno nacional.

«La UOM soportó en los últimos meses nueve mil despidos y quince mil suspendidos, los cuales ahora cuando llegue marzo no sabemos si van a tener trabajo”.

La medida acordada entre Banghó y la UOM se consensuó para “buscar nuevas alternativas para evitar que los trabajadores sean despidos”, según explicaron desde el sindicato metalúrgico.