Por Pablo Bloise, desde la redacción

Un papelón con final incierto. El término no sólo encuadra la derrota de hoy ante Bolivia. Puede ser extensivo a todo el ciclo Bauza, y más atrás también. La selección argentina, muy lejos de ser “brillante”, pasó vergüenza en La Paz ante Bolivia y se volvió con un 2 a 0 en contra que la deja tambaleando de cara a la clasificación al próximo Mundial.

Esta vez no hubo ancho de espadas. Messi lo tuvo que mirar de afuera, y lo hará durante tres partidos más, dejando a la deriva el barco que comanda Edgardo Bauza, que no tiene paz, al igual que sus dirigidos. ¿Por qué? Claramente porque el tiempo se agota y el fútbol no aparece. Si no, basta con revivir los 90 minutos de hoy ante un conjunto boliviano que se regodeó ante nada menos que la camiseta celeste y blanca, con toda su historia a cuestas.

¿Y ahora? ¿Qué pasará con esta selección? Porque la soga no está lejos de romperse y no hay equilibrio. Ni mental ni futbolístico. Lo de la defensa argentina ante Bolivia llamó la atención. Cuesta encontrar en la memoria alguna actuación similar, sin ganas ni oficio. El gol de Martins (el segundo del local) pintó a la perfección un cuadro para el olvido.

Si bien matemáticamente Argentina cuenta con buenas chances de clasificar al Mundial (más que nada por la irregularidad de sus perseguidores), desde el juego está muy lejos de lo ideal. Incluso, hasta por debajo de selecciones inferiores, como fue el caso esta tarde, o como se ha visto en la rueda anterior.

Potenciada por la inexperiencia argentina en la altura, Bolivia tuvo unos primeros movimientos electrizantes. Ayudada también por el gran desacoplo defensivo que exhibía Argentina, la selección local estuvo cerca de la apertura del marcador.

Lo más peligroso del local se vio por el costado izquierdo argentino. Marcos Rojo estuvo totalmente ausente y desde las escaladas de Alejandro Chumacero, Bolivia tuvo dos bien claritas de gol. El conjunto de Bauza, mientras tanto, no pasaba la mitad de la cancha.

Sólo algunos arrestos individuales de Di María hicieron ilusionar con algún tanto celeste y blanco, pero no pasó de eso. El rosarino comandó casi todos los ataques argentinos, pero no los supo terminar bien. Tanto fue así que desperdició un claro mano a mano ante Lampe, minutos antes del primer tanto boliviano.

 

Tanto se hizo esperar, que a los 30 del primer tiempo llegó. Bolivia y sus ataques furiosos tuvieron recompensa. Un bochazo cayó en el área de Romero, que se resbaló y fue Juan Carlos Arce quien capturó el centro y la mandó a guardar.

 

El complemento iba en consonancia con lo que había ocurrido en los primeros 45 minutos, y Bolivia no tardó en estirar la ventaja. A los 7 del segundo tiempo, Marcelo Moreno Martins recibió sorprendentemente sólo en el medio del área y, ante la pasividad argentina en defensa, fusiló a Chiquito Romero.

 

Sin mutaciones en el marcador ni en el dominio boliviano, que se mantuvo durante los 90 minutos, se murió el partido. Las esperanzas, por ahora, permanecen con vida. Pero sin Messi y jugando así, no durarán mucho.

Síntesis

Bolivia: Carlos Lampe; Diego Bejarano, Ronald Raldes, Edward Zenteno y Jorge Flores; Alejandro Chumacero, Diego Wayar y Raúl Castro; Juan Carlos Arce, Marcelo Moreno Martins y Pablo Escobar. DT: Mauricio Soria.

Argentina: Sergio Romero; Facundo Roncaglia, Mateo Musacchio, Ramiro Funes Mori y Marcos Rojo; Enzo Pérez, Guido Pizarro, Ever Banega, Angel Di María; Angel Correa y Lucas Pratto. DT: Edgardo Bauza.

Goles: 30′ PT Juan Carlos Arce y 7′ ST Marcelo Moreno Martins (Bolivia)

Árbitro: Wilmar Roldán (Colombia).

Estadio: Hernando Siles de La Paz.