Por David Narciso

Los cinco clubes de Santa Fe que juegan en la primera división del fútbol argentino y decenas de instituciones deportivas que revisten en ligas menores y regionales acaban de ceder la aplicación del derecho de admisión a los estadios al Ministerio de Seguridad de la provincia.

El convenio firmado días atrás por dirigentes de Newell’s, Central, Colón, Unión y Atlético Rafaela sienta un precedente único en el país y en Latinoamérica según las autoridades, que serán de ahora en más las responsables exclusivas de aplicar sanciones acordes a la gravedad de los hechos.

El anuncio formal de la medida lo realizará el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro y los dirigentes de fútbol en unos 10 días, pero en la práctica el sistema está vigente y debuta el sábado en el Gigante de Arroyito.

El convenio consta de 14 puntos donde se establece la cesión de aplicación del derecho de admisión y las responsabilidades y límites en la actuación de clubes y gobierno provincial. Un punto clave es que el sistema de sanciones no se aplica retroactivamente, es decir por antecedentes, sino por hechos que ocurran en adelante. De esta manera, las autoridades creen salvado el principio jurídico que indica que no se pueden aplicar normas nuevas con retroactividad.

Cabe aclarar que sigue vigente la prohibición de ingreso a los estadios que hace un par de años definió la Justicia para barrabravas involucrados en hechos delictivos o de violencia. Sólo en Newell’s el listado supera los 80 nombres. Ambos sistemas convivirán en paralelo.

La decisión del Ministerio de asumir la responsabilidad descomprime una de las situaciones más complejas que se viven dentro de los clubes, es decir la aludida imposibilidad de los dirigentes de imponer sanciones a sus propios hinchas o barras porque se vuelven blanco de presiones o aprietes violentos.

Por eso uno de los puntos del convenio establece que los clubes no intervendrán ni será tenida en cuenta su opinión en ninguna instancia del proceso de sanción. Se busca así evitar que sean presionados para revertir las decisiones de los funcionarios.

La otra pata para que funcione el sistema es garantizar que aquellos hinchas sancionados efectivamente no ingresen a los estadios. Con el sistema AFA Plus en el olvido, los carnés guardados como una burla del pasado y las máquinas adquiridas por los clubes tiradas y arrumbándose en algún depósito, el Ministerio de Seguridad optó por adquirir tecnología que consiste en un software que lee el código que portan los DNI que será obligatorio para ingresar a la cancha.

La lectura la harán efectivos policiales con un teléfono celular de tecnología específica. Según los funcionarios no implicará demoras en el ingreso a la cancha porque el sistema lee el código en un segundo y medio.

Claro que eso sólo es posible con equipamiento de internet que ninguno de los clubes tiene, por lo tanto se resolvió una compra de mochilas proveedoras de internet móvil en el exterior. La inversión es millonaria. Al menos en los papeles, con esto estaría garantizado el funcionamiento de la tecnología adquirida para evitar que entren a las canchas hinchas que figuran en la lista de admisión.