Mucho se ha escrito acerca de la guerra en Siria. Muchas opiniones, desde distintos puntos de vista, tanto políticos como estratégicos, etc.

Uno de quienes ha seguido muy de cerca el conflicto bélico en ese país es Thierry Meyssan, periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha, y conocido también por su defensa de la laicidad de la República y sobre la Iglesia católica, entre otras.

Dice Meyssan que el 2 de marzo de este año, la empresa Lafarge-Holcim reconoció que su filial en Siria «entregó fondos a terceras partes para llegar a arreglos con cierto número de grupos armados, entre ellos terceros bajo sanciones, con vista a mantener la actividad [de la filial] y garantizar un paso seguro a los empleados y el aprovisionamiento hacia y desde la fábrica».

Objeto de investigaciones

Esa transnacional productora de cemento ya es objeto de dos investigaciones. La primera la iniciaron, el 15 de noviembre de 2016, las asociaciones Sherpa y ECCHR, mientras que la segunda la emprendió el ministerio francés de Economía. Ambas encuestas son consecuencia de supuestas revelaciones del diario francés Le Monde, que afirma que Lafarge entregó dinero al Emirato Islámico (Daesh), en violación de las resoluciones de la ONU.

Es importante observar –dice el periodista- que los artículos publicados el 2 de marzo en Intelligence Online (un boletín poco difundido de Le Monde) y en el propio diario francés, fueron redactados por Dorothy Myriam Kellou, que no es periodista de ese medio. Kellou estudió en la Universidad de Georgetown, notoriamente vinculada a la CIA, y fue encargada de prensa en el consulado francés de Jerusalén. Lo que publicó esta joven fue confirmado por un libro de Jacob Waerness, titulado Risikosjef i Syra, donde este ex empleado describe la grave situación del personal de Lafarge en Siria. Después de publicar el libro, su autor siguió colaborando con el fabricante de cemento.

Las falsas revelaciones de Le Monde en realidad se coordinaron con Lafarge-Holcim para desviar la mirada de la opinión y de los jueces hacia algo que no pasa de ser un detalle: ¿Podía aceptarse o no el chantaje de Daesh?.

La preparación de la guerra contra Siria

En junio de 2008, la OTAN organizaba la reunión anual del Grupo de Bilderberg en Chantilly, Estados Unidos. Hillary Clinton y Barack Obama se presentaron como participantes en esa reunión.

Entre los 120 presentes se hallaban también BasmaKodmani –la futura portavoz de la Coalición Nacional Siria– y VolkerPerthes –el futuro asistente del diplomático estadounidense Jeffrey Feltman en la ONU a cargo del tema de Siria. Durante un debate sobre la permanencia de la política exterior estadounidense, estos dos personajes intervinieron para presentar la importancia de la Hermandad Musulmana y el papel que esa cofradía podía desempeñar en la «democratización» del mundo árabe.

Jean-Pierre Jouyet –el futuro jefe del equipo de trabajo del presidente de Francia–, Manuel Valls –futuro primer ministro de Francia– y Bertrand Collomb –el patrón de Lafarge– estaban presentes en el encuentro junto a Henry R. Kravis –el futuro coordinador financiero del Emirato Islámico (Daesh).

Los demás detalles de esta nota se pueden leer en voltaire.net.org.

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