De acuerdo con los números oficiales del Indec y con bajas de hasta 18 puntos, la crisis del consumo se aprecia de manera muy notoria en el conurbano bonaerense, mientras el gobierno sostiene que la recesión terminó.

En forma paralela, en la Ciudad Autónoma de Buenos la contracción fue del 13 por ciento. En lo que refiere a los productos con mayor impacto, se destacaron las bajas de la perfumería y farmacia (15 por ciento), librería y papelería (18 por ciento), electrónicos y electrodomésticos (16 por ciento), ropa y accesorios (24 por ciento) e indumentaria y calzado (20 por ciento). La caída en los patios de comida fue del 1 por ciento y en amoblamientos, del 2.

En contraste, el rubro juguetería anotó un alza del 3 por ciento de la facturación en términos reales y esparcimiento, del 10. El Indec no precisó la evolución de los puestos de trabajo en los centros de compras, puesto que discontinuó la publicación de este informe en los primeros meses del año pasado.

Despido de trabajadores

Por otro lado, las ventas en supermercados aumentaron 21,2 por ciento en enero respecto del mismo mes del año pasado. La inflación de ese período, según datos de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, se ubicó en el 38 por ciento. Esto implica que hubo una caída del consumo medido en términos reales de casi 17 puntos porcentuales. El sector despidió a casi 1800 trabajadores en doce meses, mientras la facturación de los shoppings (centros de compras) subió 22,8 por ciento en igual mes, lo que equivale a una baja de la demanda de 15 puntos porcentuales al descontar la inflación.

El gobierno, pese a estos indicadores, insiste en que la economía salió de la recesión desde finales de 2016 y que la expansión continúa en la primera parte de este año.

El rubro alimenticio

La facturación de alimentos registró una caída real de 16 puntos porcentuales, al destacarse la baja en carnes, lácteos y panadería. En cuanto a los artículos de limpieza, se anotó una reducción del consumo del 22 por ciento, en los textiles e indumentaria, de 13 por ciento, y en electrónicos, del 15.

El empleo de los supermercados dio 98.813 trabajadores en enero, al marcar una reducción del 1,8 por ciento respecto del mismo mes de 2016 (1778 trabajadores menos) y una contracción del 0,4 por ciento contra diciembre (390 despedidos). Sobre ese total, los gerentes y supervisores representaron 11.001 puestos, con una caída del 8,2 interanual (902 cesanteados) y del 0,2 por ciento mensual (22), mientras que los cajeros y administrativos totalizaron 85.812 personas, con una disminución de 1,0 (858) y 0,5 (429) por ciento.