La economía argentina presentará en 2017 un incremento del Producto Bruto Interno (PBI) que será el resultado de un «rebote» estadístico. Tras varios años de caída de la actividad, que no significará un crecimiento «en serio» y no se reflejará en la creación de empleo privado genuino ni en un aumento del salario real.

El pronóstico pertenece a la consultora Economía & Regiones (E&R), que remarcó que para que haya un crecimiento genuino debe haber un cambio en la política fiscal.

«No habría creación de puestos de trabajo privados genuinos, incremento de salario real ni un aumento sostenido del PBI per cápita hasta que no se modifique la política fiscal, de manera que incentive la inversión privada y su consiguiente aumento de la producción», advirtió E   &R en su último informe de coyuntura.

En el mismo sentido, la consultora aseguró que tampoco se daría un «crecimiento ‘en serio’ porque no habría un proceso de fuerte inversión privada que permitiera expandir la producción y mejorar la productividad».

«Sin inversión y sin aumento de las posibilidades de producción no hay creación de empleo y aumento de demanda de trabajo, en consecuencia no puede haber mejora del salario real», fue la conclusión en las perspectivas de la consultora especializada para el año en curso.

Al respecto, E&R relativizó los anuncios sobre el final de la recesión, y que se apoyan en la información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre que hubo dos trimestres consecutivos (el tercero y el cuarto de 2016) con crecimiento respecto del respectivo trimestre anterior, regla admitida por los economistas como el inicio de un proceso de reactivación.

Para la consultora, el tercer trimestre, que para el Indec tuvo un crecimiento del 0,1% en relación con el segundo, tuvo en realidad una caída del mismo guarismo, por lo que habría que esperar a contar con los resultados del primer trimestre de 2017 para anunciar el fin de la recesión.

Para la consultora dirigida por Diego Giacomini, «la economía no crecerá ‘en serio’ este año, con un nivel de actividad que le permita a la ciudadanía sentir una mejora».

«No va a haber un aumento sustancial del empleo privado genuino y permanente, tampoco una mejora sustancial del salario real; por ende no habrá que esperar una fuerte recuperación del consumo», anticipó el centro de estudios económicos.

En ese sentido, señaló que «no podemos hablar de crecimiento cuando en realidad es una mera recuperación de la actividad económica», a la que caracterizó como «el rebote del gato muerto».

«Dicho de otra manera, en 2017 la economía mejora fundamentalmente por la mala base de comparación que fue 2016», finalizó.