Por Belén Corvalán 

Según el propio origen etimológico que guarda la palabra, el día domingo proviene del latín dies Dominicus y significa “día del Señor”. Desde la tradición católica cristiana consiste en el primer día de la semana, en el que acontece la celebración de la Resurrección de Jesús, por lo que bajo esta premisa es concebido como un día “feriado” o “festivo”, es decir, de descanso para la mayoría de los países del mundo.

A principios del siglo XX, se estableció la Ley que respalda el derecho de los trabajadores de conservar ese día de la semana como un día de ocio en el que no se realice actividad laboral. Sin embargo, con el correr de los años esto se fue desvirtuando, los preceptos religiosos quedaron a un lado, y los intereses comerciales de los grandes grupos económicos también le pusieron un precio al día domingo.

Hoy en día el descanso dominical se ha vuelto un tema central. La sanción de la Ley Provincial santafesina 13.441 promulgada el año pasado que respaldaba el descanso para el trabajador en ese día de la semana fue declarada como inconstitucional por la Cámara Civil y Comercial, y por el momento se encuentra a la espera de ser resuelta en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.

Ante esta situación, la Iglesia decidió salir a apoyar plenamente el reclamo del descanso en el día domingo. Al igual que la Comisión de Obispos Europeos, quienes se unieron en defensa de la celebración del Día Europeo por un Domingo No Laboral, el Arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, manifestó su opinión con respecto al descanso dominical en diálogo con Conclusión: “Cuantas más personas puedan descansar en ese día es mejor, ya que es un día sagrado para que la persona pueda dedicarse a darle culto a Dios, pueda recrearse con su familia, para que visite a un enfermo, o que realice alguna obra de caridad”.

Por otro lado, Monseñor Emilio Cardarelli, Vicario General del Arzobispado de Rosario, también se declaró a favor del reclamo de los trabajadores que exigen el descanso dominical en diálogo con Conclusión: “Es tan legítimo el pedido del descanso, como es legítimo el derecho al trabajo”.

Desde la cultura católica, este día se caracteriza por ser especialmente dedicado a la familia. “Fue concebido para favorecer el encuentro con la mesa familiar, y que podamos dedicar tiempo a la visita de amigos, y parientes”, expresó Cardarelli.

Sin embargo, a esto se contraponen los intereses de otros sectores en donde la tarea productiva pasa a ser el objetivo principal. Con respecto a esto Cardarelli expresó: “Lamentablemente muchas veces el planteo que se suele hacer es cuánto cuesta en términos económicos el domingo, como si todo fuera medible en términos económicos, y justamente las cosas que en este mundo tienen valor, no se pueden medir en pesos”. Y añadió: “Creo que cuando nos preguntamos cuánto cuesta el domingo es porque ya estamos perdidos como sociedad, porque hemos perdido la dimensión de la gratuidad que es fundamental en la vida de las personas”.

En ese sentido, Cardarelli, Vicario General del Arzobispado, señaló con un tono esperanzador: “Esperemos que esto pueda encontrar una pronta solución porque evidentemente se generan situaciones conflictivas. Nosotros vemos tan clara la necesidad de este día de descanso”.

Con el fin de imprimir un mensaje de armonía y unión, el próximo martes 21 a las 19 en la Parroquia Santa Teresita, el Obispo Eduardo Martín llevará a cabo una misa para pedir por trabajo y por paz social. El lugar donde se desarrollará el encuentro religioso no es casual ya que en la jurisdicción de la Parroquia está ubicada la fábrica de llantas Mefro Wheels, una empresa en la que los 170 trabajadores fueron despedidos debido al cierre de la empresa.

Los Obispos europeos, unidos en favor del descanso dominical