Por José Odisio

Las cuestiones se miden siempre por la conveniencia propia. Y esta impresentable situación que se vive en el fútbol argentino donde no se sabe si arranca o no el torneo hasta horas antes de jugar tiene fastidiosos a todos. Y Newell’s no es la excepción. Osella no para de manifestar su enfado por esta prolongación interminable de la pretemporada y los futbolistas no ven la hora de arrancar. Pero… siempre hay un pero.

Es que la realidad se impone al deseo. Y no hay ninguna duda que a la Lepra le conviene no jugar este fin de semana. Y los argumentos son simples, saltan a la vista y son irrefutables. No tienen que ver con cobrar o no, sino con lo deportivo, justamente el punto donde Newell’s se sostiene en medio de una crisis institucional-financiera complicada.

Si Newell’s juega este domingo, ya sabe que no contará con Fabricio Formiliano, tampoco podrá jugar José San Román, y hay muchas chances que Osella no pueda utilizar a Ignacio Scocco, quien el jueves no entrenó por una fatiga muscular. Y si ya era ventaja no tener a los dos defensores, quedarse sin Nacho es un verdadero problema, casi sin solución.

Osella lo advirtió, es cierto. Desde diciembre reclama un nueve suplen te por si Scocco no puede jugar. Y a lo mejor de tanto llamar a la desgracia, el destino le jugó una mala pasada y a horas del inicio del torneo lo dejó con Scocco averiado. Y la advertencia del DT pasó a ser una realidad que golpea deportivamente al equipo.

¿Entonces? Conseguir un nueve no se puede, y por eso a Newell’s le conviene que Agremiados siga firme en su postura y el torneo no arranque este fin de semana. Pensar en lo propio podría sonar egoísta. En medio de este mamarracho organizativo, ser egoísta no es ningún pecado.