Al igual que marzo, abril promete ser un mes de gran conflictividad social. Con la marcha de las dos vertientes de la CTA, prevista para pasado mañana, y el paro de la CGT del 6 de abril, los gremios endurecen su postura e incluso apuestan a extender su hoja de ruta de protestas.

«El 6 de abril será un paro histórico. A partir de ahí vamos a seguir con en este plan de lucha», dijo ayer el número dos de los camioneros, Pablo Moyano , durante un encuentro con sindicalistas en la Legislatura porteña. Con esa declaración, el hijo de Hugo Moyano , que es secretario gremial de la CGT, vaticina un escenario complicado y más inflexible para el gobierno de Mauricio Macri .

El encuentro fue organizado por el legislador de Bien Común y amigo del papa Francisco, Gustavo Vera. También participaron Sergio Palazzo, titular de la Asociación Bancaria, y Pablo Micheli , secretario general de la CTA Autónoma. Los tres invitados coincidieron en la necesidad de ajustar las clavijas a la negociación con el oficialismo y pusieron el eje en las complicaciones económicas que afrontan los trabajadores. Además, recalcaron la importancia de la unidad de las centrales obreras, más allá de las diferencias.