Anoche los empleados de SanCor de la planta de Coronel Moldes se movilizaron, acompañados por vecinos de la localidad, para pedir que la empresa no cierre. Ésta es la última semana del mes de vacaciones que la empresa láctea les impuso después de 15 días sin trabajar. «Nadie vino, no sabemos cómo sigue», dijo a LA NACION Daniel Brarda, delegado gremial.

Todo el pueblo, ubicado 300 kilómetros al sur de la capital provincial, está inquieto por el futuro de la planta, un símbolo de Coronel Moldes. Son 56 los empleados que, hasta ayer, habían cobrado alrededor del 40% del sueldo de febrero y esperaban que se les cancelaran entre 8000 y 10.000 pesos adeudados de enero.

«No apareció nunca nadie de Recursos Humanos. Nadie nos da información y no nos podemos quedar de brazos cruzados. Venimos teniendo reuniones con el intendente, queremos saber qué va a pasar», agregó el delegado de los trabajadores.