Por Belén Corvalán

De look inconfundible. Flequillo y lentes de marco. Descontracturada y desinhibida, habla de todo sin prejuicios, con humor y tomando cierta seriedad cuando el tema lo requiere. Valeria Schapira, nacida en Rosario, licenciada en Comunicación Social, periodista, escritora, traductora de inglés y “experta en vínculos” ha sabido conjugar su vocación, con su experiencia personal, para convertirse en una especie de consejera en temas referidos al amor dentro del ambiente mediático.

Sin embargo, entre tanto título universitario y terciario, que tienden a encasillar, la periodista se describe a sí misma como una “mujer inclasificable”, y explica: «Es que no me gustan mucho las etiquetas, ni las definiciones, más que nada soy una mujer que trato todo el tiempo de crecer y de evolucionar con los traspiés de todo el mundo, me defino básicamente como una buena persona que es lo único que nos llevamos, después tengo mis debilidades y mis falencias como cualquiera”, argumenta con seguridad en un mano a mano con Conclusión.

Algunos de sus libros publicados fueron “Tengo 40, ¿y qué?”, “Quiero estar con alguien, ojalá me enamore”, “Enredados”, “Diario de una mujer posmo”, “Monólogo de una mina sola”, “Café de por medio”, entre otros.

Las numerosas publicaciones que escribió con gran éxito fueron producto de una vocación que trae consigo desde su niñez; hija de una madre bibliotecaria, expresa: “Me crié entre libros, desde chiquita escribía poesías y las mandaba a revistas infantiles, era una asidua lectora de los libros de la biblioteca de la escuela, toda la vida leí”, un interés que con los años fue tomando forma, y en la adolescencia se definió en la certeza de querer estudiar periodismo.

Toda la formación académica y profesional de base fue en Rosario, hasta que con tan sólo 24 años recibió una beca de la Embajada británica para realizar un posgrado en radio y televisión en Gran Bretaña, donde residió por un tiempo. Durante esos años, le tocó atravesar momentos complicados, debido a circunstancias personales muy duras de enfrentar como fue la perdida de ambos padres con muy poco tiempo de diferencia, razón por la cual por una «necesidad interna» se vio obligada a retornar a su ciudad natal, donde conoció a un rosarino con quien se casó y al tiempo se divorció.

Las vueltas de la vida quisieron que así sea, y por obra del destino, o vaya saber de quién, a sus 34 años y durante la presentación de un libro en la ciudad de Buenos Aires un productor la vio y le ofreció participar como panelista de «Acoso Textual» el programa de televisión emitido por el canal América. «Creo que nada es casualidad, nos vamos construyendo el camino de manera inconsciente», expresó, pese a su propia crítica que hoy en día echando un vistazo hacia atrás hubiese tomado mucho antes la decisión de irse a Buenos Aires, «siempre supe que quería vivir en Buenos Aires», manifestó, aunque por diversas causas ajenas a lo laboral, esa mudanza se pospuso.

«Creo que nada es casualidad, nos vamos construyendo el camino de manera inconsciente»

Sin embargo, hacerse su lugar en el medio no fue de un día para otro. “La realidad es que nunca fue fácil nada, ni en Rosario, ni acá, ya que en Buenos Aires tuve que empezar mi carrera prácticamente de nuevo, hay una cantidad de personas que piensan que empecé mi carrera trabajando en ‘Acoso Textual’, y hace muchísimos años que venía trabajando. Ya son 30 años de laburo, nada fue fácil”, y añadió: “Y está buenísimo que no haya sido porque creo que aprendés a valorar los frutos cuando las cosas fueron producto de tu esfuerzo”.

Dentro de todos los títulos académicos que marcan su recorrido, también se define como “experta en vínculos”, que se puede decir, no lo brinda ningún estudio universitario, sino el aprendizaje que se gana en la vida misma.

Con todo ese bagaje producto de las relaciones que ha forjado, actualmente escribe en el sitio web Match.com, un portal de citas de Estados Unidos con más de veinte años de existencia, en donde primero participó durante quince años como usuaria de la plataforma, para luego emprender una relación laboral en donde produce contenido en base a las relaciones humanas, ya sea desde vínculos de pareja, o familia, “y sobre todo volcado a las nuevas formas de vincularnos atravesadas por la tecnología, y  cuestiones comunicacionales que se nos presentan todo el tiempo”, explicó la comunicadora.

No es novedad que en la revolución informática las interacciones se reconfiguren como consecuencia de los nuevos aparatos tecnológicos que se sumergen en la vida cotidiana, y que se vuelven indispensables, creando casi una relación de dependencia; empezando por las redes sociales, Twitter, Facebook, plataformas digitales, Whatsapp, aplicaciones de distinta índole, y así se podría seguir. Lo cierto es que espacios del mundo terrenal como boliches, bares o gimnasios no son los únicos lugares para conocer a «alguien», sino que la era de lo digital, permite que plataformas virtuales también sean espacios en donde se pueda buscar pareja.

“Las relaciones han cambiado vertiginosamente estos últimos años, ya la gente no se cita, ni se casa, ni se vincula como antes, la tecnología ha venido a atravesar todo», y agregó: «Hoy en día desde el Iphone podés ver lo que ocurre en el mundo, sin la necesidad de moverte de tu casa; han cambiado nuestras relaciones personales».

“Ya la gente no se cita, ni se casa, ni se vincula como antes, la tecnología ha venido a atravesar todo»

Sin embargo, asume que con respecto a registrarse en este tipo de sitios webs para buscar pareja, hay muchos que piensan en el «qué dirán», sobre todo en la sociedad argentina, «hay mucho prejuicio, como si fuese algo malo buscar pareja. ¿Es de desesperado ir a un bar a querer conocer a alguien? No, entonces ¿qué diferencia hay?», destacó.

Las formas de antes, no son las mismas de ahora, «hoy vamos camino a que lo más común sea conocerse de esa manera, el tema es que en Latinoamérica, hay un gran prejuicio, producto de toda esta mirada social, hay mucha gente que no lo cuenta. Lo raro de acá a unos años va a ser conocer a alguien en un boliche».

Si bien la sociedad argentina es más reacia a adoptar este tipo de prácticas, hay otras sociedades que son mucho más permeables a naturalizar estos cambios, según explicó la escritora rosarina. En base a estadísticas relevadas, en Estados Unidos el 15% de los norteamericanos ha utilizado al menos una vez una app, o un portal para conocer a alguien.

«Una de cada 5 parejas en el mundo nacen on line», es que prácticas que antes eran cotidianas, hoy se ven transformadas por la misma tecnología, sumado a factores que apoyan y colaboran a que así sea, como por ejemplo la falta de tiempo, o el llegar a una determinada edad donde las ganas de salir a un bar a buscar pareja escasean. «Quizás acá en Argentina, o México no se conoce tanta cantidad porque la gente es más reticente a contarlo, porque todavía sobrevuela prejuicios de la mirada del otro», aseguró.

Se estima que el 20% de las personas que se registran encuentran la persona que estaban buscando”, declaró la comunicadora, y explicó que la plataforma funciona en base a algoritmos, que hacen que el sistema sugiera compatibilidades. Está comprobado estadísticamente que las parejas que nacen online duren más tiempo de aquellas que no, ya que el encuentro está naciendo ante una compatibilidad.

«Se parte de la coincidencia, entonces es más probable que funcione algo que nace de una coincidencia, a algo que nace de un encuentro casual donde no tenes nada que ver», destacó.

“Tengo amigas rosarinas que se han casado con gente que han conocido en el sitio web», incluso en la misma plataforma figuran los “casos de éxitos” que es como denominan a las parejas que se han conocido en el sitio, y que llevaron adelante una relación, y deciden compartir su historia.

“Creo que el amor toma muchas formas, no sólo de las que nos han vendido, no sólo la de una pareja, creo en el amor incondicional hacia todos los seres, creo que se está viviendo de una manera tan acelerada y tan poco reflexiva que nos desviamos del camino del amor», destacó.
«Cada vez tiene que haber una búsqueda más espiritual, porque si estamos acá solo para trabajar, y comprar cosas no tiene sentido todo esto”. En base a esta forma de pensar que se refleja en un estilo de vida más espiritual basado en el aprendizaje nació su último libro «Caminos del alma», el cual le precede a «Dolores del alma».

«Dolores del Alma» surgió como consecuencia de una enorme crisis personal producto de un desamor expresó la profesional. “Hoy lo veo sólo como una circunstancia a ese encuentro que no pudo ser, me dejó muchas enseñanzas, fue como un gran maestro que despertó muchas cosas que yo tenía que trabajar, cuestiones existenciales que como toda vivencia fuerte tuvieron su impacto en lo profesional, hoy no soy la misma, ni la misma periodista, ni la misma escritora”, manifestó.

Toda esa revolución interna le generó cuestionarse a sí misma ciertos aspectos de su vida: «Me obligó a preguntarme cómo estaba viviendo mi vida, y si quería seguir viviendo de esa forma, en cambio, «Caminos del Alma», es como un manual más práctico, es querer compartir con los lectores unas herramientas muy buenas que fui aprendiendo en el transcurso de los últimos años».

«En un mundo que sólo se aferra a lo material, por suerte hay muchas personas que están en una búsqueda espiritual de sentido, de entender, para que estamos acá», manifestó, y añadió: “Lo importantes en la vida es poder transmutar todo lo que nos ocurre; poder transformar el dolor en combustible para el viaje, el viaje continua, y me parece que está bueno poder imprimirle a la comunicación, desde el lugar que sea, una cuestión más humana y más espiritual».