Por José Odisio

Sumar siempre es bueno. Y mucho más si le permite al equipo mantenerse en la pelea de arriba y en zona de Copa Libertadores. Pero la sensación es que a Newell’s le cuesta asumir protagonismo cuando sale del Coloso y tal vez ese pecado no le permita disputarle el título a Boca y San Lorenzo.

La Lepra esta vez sintió la ausencia de Formica. Mucho más cuando se lesionó Quignon. Cedió la pelota y la iniciativa y quedó abajo en el marcador. Corrigió bien Osella con el ingreso de Figueroa. Lo empató por Scocco y no lo ganó porque la chance del triunfo la tuvo Amoroso y no Nacho. Pero el punto no tuvo un sabor amargo.

Tal vez esa es la cuestión a resolver. La ambición es grande en el Coloso, pero afuera parece ser otra. El equipo muestra más cautela cuando se aleja de casa, como sabiendo que el empate sirve para el objetivo de mantenerse en el lote de los cinco primeros.

No es una cuestión de actitud. Puede ser que Osella entienda que no le sobra nada y apueste a cuidar un poco a un equipo que no tiene recambio de sobra. Lo cierto es que si Newell’s pretende pelear el título deberá animarse un poco más cuando juega afuera del Coloso. Es un riesgo que Osella y los jugadores deberán asumir.