Por Mario Luzuriaga-Santiago Fraga

Diego Frenkel es uno de los músicos que junto con su banda «La Portuaria», formaron parte fundamental del rock nacional. Ahora llega a Rosario para presentar su disco «Ritmo», un disco intenso, que se gestó entre giras, filmaciones y mucho movimiento, durante los dos años posteriores a la salida de Célula; su trabajo anterior.

Se presentará hoy viernes a las 21 en Distrito Siete (Ov.Lagos 790) y antes de su show habló con Conclusión sobre este trabajo.

—¿Qué vamos a ver en show de éste viernes?

—Mañana voy con el proyecto acústico «Diego Frenkel y Células», un show en el que hemos trabajado mucho, grabamos un DVD en un teatro de Buenos Aires. Me acompañan Lucy Patané en guitarras eléctricas y coros, bajo de sinte en CORAZÓN, Florencio Finkel en bajo y coros y Pedro Bulgakov batería en percusión y coros. Vamos a versionar temas de toda la trayectoria, de «Ritmo», de «Célula» , de «El día después» y por supuesto temas solistas míos de los noventa y de «La Portuaria», que están ya incorporadas.

—¿Qué sentís cada vez que visitas Rosario?

—Es un segundo hogar, es una de las ciudades más cálidas para ir a tocar. Otro lugar que me gusta es Mendoza, hay una afinidad histórica y también he venido con «La Portuaria» y tenemos un vínculo fuerte con el público Rosario.

—¿Cuál es el concepto de «Ritmo»?

—Es un disco conceptual que están relacionados entre sí con los otros dos trabajos. Se consolidó un sonido con la banda y en base a eso y haber ensayado mucho. Lo pensamos como eje y hay momentos bailables.

—¿En qué etapa de tu vida llega este material?

—Me encuentra llegando a los 50 años y reconectando con una alegría del hecho de tocar. El disfrute pleno y mucha satisfacción de saber que voy a tocar junto a la banda.

—Hace poco te encargaste de realizar la música para «Desarme», película ganadora del «DocTv Latinoamérica». ¿Cómo fue esa experiencia?

—Eso fue muy lindo y emotivo, porque la temática del documental es muy fuerte. Fue conectar con el dolor y es muy difícil componer con eso, pero fue una experiencia sanadora.

—¿Pensas que con «La Portuaria» dejaron un sello en el rock nacional?

—Siempre me preguntan eso, pero no tengo la capacidad de mirar desde afuera esa escena y decir que dejamos un sello. Es difícil porque es como que eso lo tiene que decir la gente y no yo; pienso que abrimos un espacio de libertad y diversidad.

—¿Qué te pasa cuando volves a ver esos videos de «La Portuaria»?

—Me siento contento y de repente verlo con una distancia de otro que fuí. Y a la vez veo que hay una identidad valiosa.

—Volviendo a lo que hablamos de dejar huellas, hay un grupo de cumbia que «robó» los acordes de «Selva» para uno de sus temas ¿Se pudo resolver esa situación?

— Tuvimos que hacerle un juicio por derechos de autor y llegamos a un arreglo económico, pero fue un robo notablemente.