El diputado provincial y titular de la UCR santafesina, Julián Galdeano, es uno de los propietarios del resto-pub Los Jardines que funciona en el muelle público que está en manos del Círculo de Cazadores Guillermo Tell (España y el río). La polémica se desató la semana pasada a raíz de una publicación de La Capital dando cuenta de que esta entidad sin fines de lucro, que recibió de la Municipalidad en forma totalmente gratuita la «tenencia precaria» de uno de los cuatro muelles públicos de pesca en la ribera central, cedió en 2013 la casi totalidad de los 1.225 metros cuadrados de este predio a un grupo empresario.

Así, la actividad central de este lugar no es ni por asomo «la pesca con criterios recreativos y deportivos» y la realización junto a «instituciones de bien público de tareas formativas con relación al río», tal como establece el convenio firmado entre el municipio y Guillermo Tell. Eso se desvirtuó por completo. El grupo empresario, del cual forma parte Galdeano, instaló allí como actividad excluyente el resto-pub Los Jardines, que ofrece servicio de gastronomía, DJs, barra por la noche y madrugada, y hasta una programación de fiestas, conciertos y desfile de moda. Incluso hasta el propio muelle sobre el río fue utilizado en ocasiones como escenario para que toquen bandas de música. En el lugar se pueden ver clientes tomando «un Manhattan o Negroni hasta la versatilidad de un Mojito o trago de autor», según publicita Los Jardines en su sitio de internet, pero es casi un hallazgo encontrar un pescador con caña, reel, anzuelos, carnadas, sillita plegable y equipo de mate. Los fines de semana por la noche el ingreso incluso está flanqueado por patovicas.

Hasta ahora el municipio había optado por el silencio frente a este caso, pero ayer el secretario de Gobierno, Gustavo Leone, adelantó a este diario que el área de concesiones ya está haciendo las verificaciones correspondientes y que «se tomarán las medidas que se tengan que tomar» para revertir esta situación (ver recuadro).

Parece y es

Hace dos años, en Semana Santa, el entonces precandidato presidencial de la UCR Ernesto Sanz estaba precisamente en Rosario degustando un filet de boga despinada y un excelente vino a orillas del Paraná en el resto-pub Los Jardines. Había llegado a la ciudad para un encuentro partidario y aprovechando el feriado se quedó unos días más para descansar. Sanz no fue quien eligió el lugar para comer. Allí llegó invitado por el dirigente radical Galdeano. Ambos estuvieron ubicados en la mejor mesa, acompañados por el concejal Martín Rosúa y otros cinco correligionarios. Un testigo ocasional de aquel almuerzo describe hoy que Galdeano se comportaba, para sorpresa incluso del propio Sanz, como si fuera el dueño del lugar, daba órdenes como tal, los dos mozos que los atendieron se dirigían a él como si fuera el patrón y al final de la comida y la larga sobremesa también llamó la atención que no hubo adición y por ende nadie pagó por lo consumido, que no fue poco porque todos son de buen comer y beber.

El resto-pub Los Jardines funciona bajo la figura jurídica de un fideicomiso, con lo cual los nombres y apellidos de los propietarios de esta empresa están ocultos, no aparecen a simple vista. Aunque da la sensación de que algunos son tan presuntuosos que no pueden disimular sus negocios.

Galdeano, titular de la UCR santafesina, es uno de los integrantes de este fideicomiso, cuya actividad declarada ante la Afip es «servicios de expendio de comidas y bebidas con servicio de mesa y/o mostrador», según información a la que pudo acceder este diario. El fideicomiso, que fue bautizado por sus inversores con el nombre del propio club, Guillermo Tell, se creó el 14 de junio de 2013, pero el negocio se inauguró seis meses después, el 20 de diciembre.

El acuerdo

El uso que se le está dando a este muelle de pesca público de Guillermo Tell (que tiene una prolífica actividad deportiva y social en sus otras sedes) no respeta el acta acuerdo del 23 de agosto de 2007, y ratificado al día siguiente por el decreto Nº 1.891. Este convenio fue firmado por el entonces intendente Miguel Lifschitz y los cuatro clubes de pesca (Guillermo Tell, Club de Pesca Mitre, Peña Náutica Bajada España y Peña Rosarina de Pescadores Deportivos), y establece por un período de 20 años el «uso compartido» de estos inmuebles. El municipio dio en «tenencia precaria» y gratuita los cuatro muelles con el único fin de que se realice allí como actividad central «la pesca con criterios recreativos y deportivos» y «tareas formativas con relación al río junto a instituciones de bien público y escuelas».

Para justificar la cesión gratuita el convenio destaca que esos lugares «se han convertido en el espacio de recreación y reunión de muchos rosarinos y que contenidos por sus ajustadas condiciones económicas encuentran en estos clubes la respuesta necesaria; de ahí el rol social que cumplen y que deberán seguir cumpliendo».

La primera cláusula del acuerdo es clara: esos predios deberán «ser afectados exclusivamente a la realización de actividades comprendidas en el objeto estatutario de las instituciones». En la tercera cláusula señala que «los clubes se obligan a garantizar el ingreso de los ciudadanos a los sectores que se encuentran bajo su custodia a través de una tarifa accesible». Además, afirma que «deben garantizar la utilización de las instalaciones por parte de instituciones de bien público (escuelas, etcétera) con las cuales realizarán una tarea formativa con relación al río, como también una tarea de enseñanza de la actividad de pesca con criterios recreativos y deportivos». La séptima cláusula advierte que «queda expresamente prohibido a los clubes ceder, transferir o cambiar el destino para el cual fue otorgado el presente uso compartido y tenencia precaria, ya sea a título gratuito u oneroso, bajo pena de dejarlo sin efecto».

Los Jardines se publicita en las redes sociales como un «gastropub»: «Tenemos dos sectores bien definidos, en el interior restaurante y en el deck exterior sobre el río y terraza pub. Pescado de río y de mar para los mediodías, aperitivos y coctelería por la tarde o cenando, shows en vivo, DJ sets, y tragos hasta la madrugada en un ambiente relajado al lado del Paraná».

Durante la pasada temporada de verano, los jueves y fines de semana se organizaron allí concurridas fiestas. «Hoy hay agite con un poco de música internacional, combinado con mucha onda y algunos remix del más allá. Desde la 00 horas», publicitaban en Facebook.

Desde que se inauguró es un verdadero éxito comercial. Abre los siete días a la semana. Es un formidable negocio privado en un lugar público. Viernes y sábado es casi imposible conseguir una mesa para comer. Después de las 12 de la noche comienza a funcionar el pub, que se extiende por todo el predio y la música se convierte en la gran protagonista: allí se suele escuchar indie, reggae, funk, soul, pasando por el rock, el pop y el house. El lugar desborda de gente y la barra no para de despachar tragos.

La pesca recreativa y deportiva está considerada como «el deporte del silencio», pero en el muelle de Guillermo Tell no hay nada parecido ni al deporte ni al silencio.

La Municipalidad evalúa el caso

El secretario de Gobierno, Gustavo Leone, señaló a La Capital que ya dio instrucciones al área de concesiones y a la Dirección de Asuntos Jurídicos para que evalúen la situación del muelle de pesca que tiene en «tenencia precaria» el Círculo de Cazadores Guillermo Tell. El funcionario señaló que el club tiene autorización para concesionar el comedor de la entidad, pero siempre y cuando respete el acta acuerdo firmada con el municipio en 2007. Leone dijo que en caso de constatarse que se esté violando el convenio, la Municipalidad «tomará las medidas que se tengan que tomar» para revertir esta situación.