Los primeros datos privados que se conocen sobre el nivel actividad económica en la provincia de Santa Fe en el mes pasado siguen mostrando que el comercio no repunta. Según la Asociación Empresaria de Rosario, en marzo las ventas volvieron a bajar. Incluso, uno de los hechos más inquietantes (y que refleja al dedillo la situación) es que la merma también continúa en los supermercados. Es decir, en la compra de alimentos y productos básicos. También cayó la comercialización de electrodomésticos, indumentaria y marroquinería.

La situación de la provincia, y de Rosario en particular, se enmarca en una caída general de la economía que se sostiene en todo el país. Igual, en Santa Fe los números (siempre en ese escenario a la baja) son un poco mejores.

Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), las ventas minoristas cayeron 4,4% en marzo frente a igual mes del año pasado. Con ese resultado, las cantidades vendidas por los comercios acumulan una baja promedio anual de 3,7% en el primer trimestre de 2017.

“Las ventas en marzo continuaron apagadas, al ritmo de un consumidor que continúa sintiendo la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos, que tiene sus tarjetas cargadas y que está tratando de reordenar sus finanzas personales”, indicó la Came en un comunicado que se conoció en la semana.

Todos los rubros vieron reducidas sus transacciones, pero con fuerte disparidad entre provincias. Es aquí dónde se observa que  Santa Fe, pese a la merma, está mejor que otras jurisdicciones.

Las provincias más afectadas por el bajón de marzo fueron las limítrofes con Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay.

Mientras en la ciudad de Buenos Aires las operaciones cayeron 3,5%, en Córdoba y Santa Fe la baja fue de 1%. En tanto,  en Mendoza se redujeron casi 11%, en Misiones se desplomaron 12%, en Entre Ríos declinaron un 9,3%, y en Santa Cruz lo hicieron un 7,3%, siempre medidas en cantidades y comparando con igual mes del año anterior.

“Fue muy notorio el flujo de argentinos que salieron del territorio nacional para comprar en países vecinos a precios más competitivos que en el mercado local”, subrayó Came.

En cuanto a los rubros, los declives más suaves se registraron en artículos deportivos y de recreación (-2,2%), farmacias (-2,9%) y alimentos y bebidas (-3,6%). En cambio, las disminuciones más profundas se registraron en joyerías y relojerías (-7,2%), textil-blanco (-6,4%), jugueterías y librerías” (-5,8%), y bazares y regalos (-5,4%).

En electrodomésticos y artículos electrónicos las cantidades vendidas cayeron 4,8% frente al mismo mes del año pasado, aunque algunas reducciones de precios en artículos, como televisores o computadoras, entusiasmaron la demanda y sobre el final de marzo se comenzó a notar la presencia de productos de computación con bajas de valores de hasta 20% que fueron bien recibidas por el consumidor.

VOCES LOCALES

Ricardo Diab, titular de la Asociación Empresaria local, dijo que la actividad económica muestra una tendencia negativa que, por ahora, no encuentra un piso. “Hay que tener en cuenta que la comparación de marzo es con igual mes del año pasado, que fue muy malo. Por eso es preocupante la situación”,  agregó.

El empresario entregó un dato inquietante. Y es que en Rosario uno de los rubros que sigue a la baja es alimentos y bebidas. Eso ocurre –continuó Diab– pese a que muchos sectores sociales se volcaron a segundas y terceras marcas para abaratar costos. También continúa en retroceso la venta de electrodomésticos, marroquinería e indumentaria.

“Para que todo mejore se debe frenar la inflación y empezar a mejorar el poder adquisitivo del salario. Mientras eso no ocurra, va a ser difícil salir adelante. Hoy se está esperando sólo el derrame que pueda generar la obra pública y la construcción privada, pero por la vía directa no hay ninguna perspectiva de que crezca el consumo”, señaló Diab.

Por su parte, Elías Soso, ex titular de la AER y empresario textil, coincidió en que la “etapa recesiva” no se detiene. “Hay todo un contexto negativo que evidentemente aún persiste. Lo que reflejan los números es eso”, agregó.

El veterano dirigente recordó luego que en el último año se registraron 500 comercios menos habilitados en Rosario. El dato surgió del relevamiento del Observatorio Inmobiliario de la ciudad, un espacio de investigación que forma parte de la propia Asociación Empresaria.

Según Soso, a corto plazo lo único que genera cierta expectativa es la decisión del gobierno nacional de extender el Programa Ahora 12 y al abrir la posibilidad de financiar compras en 3 y 6 cuotas sin interés.

“Con esto estamos volviendo a la etapa anterior de lo que fue Precios Cuidados, una medida que estuvo marcada por el fracaso”, concluyó.

EL ÚNICO SECTOR POSITIVO

Uno de los pocos sectores que mostró una variación positiva en marzo fue el de los autos usados.  El mes marcó ventas que sólo están por debajo de marzo de 2012, y fue además el segundo mejor período desde 2005. En tanto, el primer trimestre del año cerró un 11,2% arriba de igual lapso de 2016, e incluso superó al primer trimestre de 2015. De todos modos, el sector tiene un largo camino por repuntar, dado que las ventas acumuladas de los últimos 12 meses son las menores desde 2010.

Fuente: diario El Ciudadano